Esposa falsa de Simón romance Capítulo 284

En la habitación del hospital, Sofía estaba débilmente sentada contra una almohada acolchada detrás de la cintura y estaba con mucho cargo de conciencia.

De hecho, cuando acababa de despertarse y vio a Diego, Sofía se había asustado por completo y estuvo a punto de desmayarse de nuevo.

No esperaba que Frida trajera a Diego aquí, no sabía si los dos se habían encontrado o no.

Sería muy inconveniente que perdiera su título como la Señorita de la familia Leguizamo sólo por conseguir a Simón.

Ya sea por el lado de estatus o por el lado sentimental, Sofía lo quería todo para ella.

-¿Por qué?- La voz de Diego era fría, no se percibía ni una pizca de afecto, Sofía levantó la vista para encontrarse con sus ojos y al instante los volvió a bajar, ¿cómo debía decir? Nunca había pensado que Diego se enteraría de esto, ni que lo involucraría en ello.

Digamos que esta vez ella había calculado mal.

No había prestado demasiada atención a la hora de cortar y al principio sólo había cortado un poco de piel, pero la sangre no fluía tanto, así que usó un poco de fuerza, quién iba a saber que cuando su mano tembló...

Se sentía como si de verdad volviese entre los muertos.

Al pensar en esto, el corazón de Sofía se asustó, sus ojos se pusieron rojos y luego sus lágrimas cayeron.

Diego no pudo evitar fruncir el ceño al ver esa expresión en su rostro.

-¿Lloras después de sólo hacerte una pregunta? ¿Dónde está ese coraje de cuando querías suicidarte?-

-Hermano...- Sofía lo llamó avergonzada, Diego sólo se sintió molesto y completamente sin pena al verla así, pero su rostro permaneció tranquilo sin mostrar expresión alguna.

-Me... me equivoqué, hermano, no te enfades.- Sofía sabía que Diego no era alguien a quien se pudiera convencer llorando, la única forma para tratar con él era admitir su error, así que se apresuró a disculparse con Diego.

-Señor Diego, la Señorita Frida está aquí.-

La voz de Carmen informó desde la puerta, al oír el nombre de Frida el rostro de Sofía se puso pálido y exclamó -¡No! No quiero verla.-

De repente gritó casi con una voz perdida, una voz tan aguda que sobresaltó a todos dentro y fuera, Diego frunció el ceño -¿No quieres verla?-

-¡Sí!- Sofía asintió fuertemente -No quiero verla, Asistente Carmen, ¡dígale que se vaya rápido de aquí!-

Sea que Frida y Diego se habían visto antes o no, en cualquier caso, no podía correr el menor riesgo ahora, si no se habían visto entonces su jugada esta vez tendría sentido, no hay que dejar que se encontraran nunca.

Si se habían visto, tampoco se arrepentía.

Era mejor cometer un error que dejarlo pasar de cualquier manera.

Sofía se puso nerviosa de repente, incluso sus ojos y los movimientos de su cuerpo acompañaron sus emociones, todo lo cual Diego asimiló y frunció el ceño. Ayer Frida había tratado a Sofía como a una hermana querida, siempre preocupada por si le había pasado algo, incluso cuando se fue se quedaba perdida, pero el lado de Sofía tenía una actitud totalmente diferente.

Se podría decir que ambas tenían una actitud opuesta.

Frida, que estaba al otro lado de la puerta, oyó claramente las palabras de Sofía y Carmen le devolvió la mirada con torpeza.

-Señorita Frida... la Señorita Sofía...-

Frida con su cara un poco pálida se mordió el labio inferior como si estuviera aguantando algo, después de un momento levantó la cabeza nuevamente y sonrió ligeramente -Ella todavía está débil, que no se ponga tan nerviosa. Como no quiere verme ahora, me iré por hoy.-

Tras decir eso, Frida se dio la vuelta y se fue, sin importarle la reacción de Carmen.

A una puerta de distancia, por supuesto la conversación se podía escuchar desde ambos lados.

Sofía se sintió aliviada al escucharla decir que se iba, obviamente se notó en su expresión. Y cuando se relajó se dio cuenta de que una mirada severa se había fijado en ella, al encontrarse con la mirada de Diego, se dio cuenta que estaba mirándola fijamente con una intensidad indagadora.

Sofía se puso nerviosa de repente y tartamudeó al hablar -Hermano, yo, sólo no quiero verla por ahora, yo...-

-No hace falta explicar.- Diego se levantó y se metió una mano en el bolsillo -No me interesan los conflictos entre ustedes, pero...- Hizo una pausa en sus palabras por un momento antes de decir fríamente -Ella fue la que te trajo ayer al hospital a pesar de todo, ¿no es razonable ir a darle las gracias? ¿Es así como aprendiste las enseñanzas en la familia Leguizamo?-

Sofía con una cara pálida -Hermano, yo...-

Diego se dio la vuelta y salió.

-¡Hermano!-

Exclamó Sofía, tratando de saltar de la cama para alcanzarle, pero los pasos de Diego fueron rápidos y no tardó en salir de la habitación del hospital antes de indicarle a Carmen -Vigílala, no dejes que se aleje.-

-Sí, Señor Diego- Entró Carmen y cerró la puerta de la habitación, pero Sofía se abalanzó e intentó alcanzarle.

-Señorita Sofía, el Señor Diego dijo que usted está débil ahora y que sería mejor que descansara en la cama.-

-No, mi hermano me entendió mal, ¡voy a explicarle a mi hermano!- Sofía empujó a Carmen con fuerza, pero al fin y al cabo era realmente débil, fue empujada hacia atrás para sentarse en la cama del hospital de una sola vez, entonces Carmen suspiró y le explicó -Usted conoce claramente el temperamento del Señor Diego, si usted sale a perseguirlo en este momento, el Señor Diego se va a enfadar.-

Al escuchar esto, Sofía reaccionó de repente, cierto, el temperamento de Diego era así y si seguía persiguiéndolo ahora, se enfadaría.

Olvídalo.

Sofía se mordió el labio inferior y de repente se le ocurrió algo -Asistente Carmen, ¿Frida se ha visto con mi hermano?-

Carmen se quedó aturdida -¿Qué?-

-Lo que me refiero es, ¿cómo se enteraron de esto ayer? Frida les informó, ¿verdad?-

Carmen se quedó sin palabras por un buen tiempo y negó con la cabeza -Señorita Sofía, con algo tan grave como su suicidio, ¿cree que la Señorita Frida podría no habérnoslo dicho? Aunque sé que son muy buenas amigas, pero... sigue siendo importante informar a su familia sobre algo tan serio. ¿Estás enfadada con la Señorita Frida porque tu hermano se ha enterado? Por lo tanto, ¿no quieres verla?-

Al oír eso, Sofía se puso aún más pálida -Es que no quiero que mi hermano se preocupe.-

-... Con todo el respeto, Señorita Sofía, usted que ya había elegido suicidarse, no es cuestión de preocuparse o no, ¿verdad? ¿o acaso usted?-

-Sólo me equivoqué en lo que dije, no quería que mi hermano lo supiera.- Sofía respondió con enojo mientras miraba fijamente a Carmen -¿Qué te pasa? ¿Por qué sigues dándome la contra? ¿Te estás llevando bien con Frida?-

Carmen -...-

Sonrió ligeramente -Usted está bromeando, la Señorita Frida y yo sólo habíamos tenido contacto por el trabajo antes, no somos cercanos.-

Pero le resultaba extraño, Sofía no parecía una persona que estuviera queriendo morir en absoluto después de despertar de su suicidio, las incoherencias en lo que decía siempre la hacían parecer bastante extraña.

En cuanto a qué era lo extraño, Carmen no lo sabía.

Sin embargo, Carmen tenía curiosidad sobre sus emociones.

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