Esposa Mia romance Capítulo 30

Arthur.

Mi corazón retumba a mil al ver a mi Cariza desmayarse en mis brazos, sentí que la sangre se me hervía por dentro.

-¡Lárguense ahora de mi casa!-. Grite furioso.

-No puedes alejarnos de nuestra hija.

Rio a carcajadas. Hija, si como no.

-Tu hija, lo dudo mucho.

No sé qué mueca hicieron porque me encamine a las escaleras, para entrar a la habitación, necesito llamar al médico, tengo miedo que le pase algo malo. La depósito sobre la cama, acaricio su rostro, se ve pálida.

-¿Qué tienes mi amor?

Nina al verla desmayada se asusta, rápidamente marca el número de Brayan.

-Señor, el médico ya viene.

-¿Nina que mierda le dijeron ese par a mi esposa?-. Cuestione con el alma en la boca. Sólo espero que no le hayan dicho alguna mentira más, porque me las pagarán.

-Sólo vi a su madre llorando y suplicándole a la señora para que se vaya a los Ángeles con ella, de ahí no supe más ya que usted llego.

Pero que hija de perra, llevarse a mi esposa a los Ángeles para que ¡Putas! No eso sí que no, sobre mi cadáver.

-Cariza, despierta amor, no me asustes te lo suplico.

-Señor esas personas siguen en la sala.

Aprieto mis nudillos con fuerzas, como me encantaría tomar la justicia por mis manos, pero no puedo y no quiero ir a la cárcel.

-Ve a echarlos de mi casa, si no se van diles que será a las malas.

-Sí señor.

Beso su frente, acaricio sus manos algo frías. Me levanto de la cama y camino preocupado de un lado para otro, en mi mente pasan muchas cosas y una de ellas es el miedo de perderla, al ella recordar todo su pasado, no quiero que entre en un trauma. Alrededor de media hora tocan la puerta, me imagino que es Brayan junto al Psicólogo.

Abro la puerta y Brayan entra con el doctor Mark su rostro luce preocupado pueda ser que Nina le informo el estado de Cariza.

-¿Dime porque se alteró y luego el desmayo?-. Pregunta mientras saca el esfigmomanómetro, lo coloca en el delgado brazo de mi pequeña.

- Arthur te presento al Psicologo Mark Heinzer.- El doctor me observa y me saluda le sonrió falsamente porque por ahora mi cabeza esta en mi esposa.

-Mucho Gusto señor Arthur se acuerda de mi todavía- asentí e incluso me recordó que hace poco hablamos por el móvil, dejamos a un lado lo saludos y nos centramos en mi pequeña.

-No me encontraba, al venir la vi con sus padres, al verla llorosa me puse tenso y sin tanto pensarlo me lancé a golpear al malnacido de Demetrio, ella sólo sujetaba su cabeza, gritó un basta y cayó desmayada.

-Tiene la presión muy alta, ahora veré su corazón y el pulso.

Asentí temeroso. Brayan le coloca el estereoscopio en su pecho y luego coloca dos dedos en la muñeca.

-¿Cómo está?-. Preguntó al ver su rostro serio.

-Creo que está embarazada

¡Que! Embarazada, pero como si ella ocupa la píldora.

-¿Estás seguro de lo que dices?-. Brayan frunce el ceño.

Okey no soy el médico para decir eso.

-La revisare

Se levanta de la cama, saca de su maletero una extraña maquina blanca con una mini pantalla y varios botones

-Con este ultrasonido portátil, saldremos de las dudas, necesito que le levantes el vestido y le cubras el muslo.

Abro los ojos como platos, camino hasta mi esposa levantó el vestido rojo hasta arriba, la tapo de la cintura para abajo, no me gusta esto pero debo de hacerlo.

-¿Porque no ha despertado? ¿Crees que este bien?

-Descuida sólo debemos esperar que ella reaccione.

Suspiro abatido, sólo espero que ella este bien, Brayan hecha un poco de gel en el vientre plano de mi pequeña, lo frote y luego mueve el raro aparato.

-Acércate-. Pide. – ¿Ves esa mancha negra?

Asiento con el corazón a punto de salir de mi pecho.

-Está embarazada de 4 semanas.

Trago saliva, mientras mi amigo me indica donde se encuentra el embrión, osea mi hijo. Cariza está muy joven, apenas cumplirá 19 años, bueno eso lo dudo, creo que ese no es su edad. Dios mío que tiene que ver eso, ahora me cuestiono como lo tomara ella.

-¿Me estas escuchando Arthur?

-Si Brayan, pero porque no despierta de una vez.

Me paso las manos por el rostro, esto es malo, muy malo.

-Esperemos a que despierte, no estés así o ella se pondrá peor, sólo debemos estar preparados para lo que venga.

Palpa mi hombro y me dice que estará en la sala con Nina, el doctor Mark toma nota y luego se va detrás de Brayan.

-Cariza amor, perdóname por estar de goloso no te cuide y ahora estas embarazada, eres muy joven para ser mamá.

Recuesto mi cabeza en su vientre y lloro por ser un maldito idiota, no pude cuidar de ella, ahora que pasará cuando ella despierte. Que le diré si recuerda el pasado.

-Artic.

Me levanto de golpe. Acaba de decir Artic, oh por Dios Santo, acaso ella.

-Cariza debes tranquilizarte, respira hondo, cierra los ojos.

-Yo me llamo Cristal no Cariza, por favor no me lastime como lo están haciendo con Artic y mi nana.

Cubro mi boca para no gritar de la furia, ella piensa que le haremos daño, pobre todo lo que está sufriendo por esos malditos.

-Mira mis ojos Cristal; tu estas teniendo una pesadilla nada más, calma tu llanto inhala y exhala. Ahora cierra los ojos y duerme para que despiertes en el presente.

Veo como Mark controla la situación, él es muy buen médico sólo deseo que mi esposa regrese. Pasan diez minutos y Cariza cae dormida en la cama, corro hacia ella y la recuesto en mi pecho, beso su frente, lágrimas salen de mis ojos, no puedo controlar esto que siento en mi corazón.

-No te preocupes, cuando despierte será tu esposa, sólo debes cuidar de ella y más en su estado, llévala a la clínica para que empiece su control, dale la noticia de su embarazo eso la hará más fuerte y olvidara lo sucedido, pero al nacer tu hijo debes hablar con ella. Es mejor que sepa todo su pasado o será peor si se entera por si sola-. Dice serio.

-Tengo mucho miedo, no la quiero perder, ella es mi vida.

-Te entiendo, pero debes hacerlo no ahora, eso puede ser riesgoso por su embarazo, debes ser más adelante- dice el psicólogo. Suspiro y le doy las gracias a amigo Brayan y al doctor Mark, luego ambos se fueron sin dejarme dicho que debo llevar a mi esposa a la clínica.

Obervo la hora en mi celular, las 3 de la tarde, cierro los ojos dejándome vencer por el sueño.

***

-Arthur... me estas aplastando, Dios pesas más que dos quintal de arroz juntos-. Comenta mi pequeña con la voz adormilada.

Me levanto de un tirón y la abrazo con fuerza, gracias al cielo está bien, sus ojitos azules me miran con amor, sonríe confundida, mira a los lados.

-¿Ya sean ido mis padres?-. Pregunta frotando los ojos. – ¿En qué momento me trajiste a la habitación?

-Te sentías mal mi amor, ellos ya sean ido.

Su rostro se pone serio y luego una lagrima rueda por su mejilla.

-Porque lloras, que tienes mi amor-. Inquiero nervioso.

-Mi madre tiene cáncer terminal, y desea que la acompañe a los Ángeles para tratarse ahí, pero yo no quiero irme de tu lado-. Musita absorbiendo por la nariz. –Ellos no tienen dinero y me gustaría que les demos algo.

Presiento que esto es un plan para separarme de ella, juro que no lo permitiré eso sí que no.

-¿Y tú crees que te voy a dejar que vayas con ellos? Por supuesto que no mi amor y peor ahora que estas embarazada-. Lo último lo digo en un susurro. Cariza me mira sorprendida, puedo notar como se le forma una sonrisa, se toca el vientre y luego se tira encima mío.

-Estoy embaraza, te...tendremos un bebe.

-Así es mi princesa.

Joder me siento feliz de saber que ella esta alegre.

-Te amo mi amor y no quiero perderte jamás, perdóname por haberte embarazado, solo espero que nuestro hijo no sea un atraso en tus estudios y...

-Shsss no digas nada más-. Me calla la boca con un dedo. –Te amo y es la mejor noticia de mi vida, no te imaginas toda esta emoción que se está formando en mi corazón.

Uní mi boca con la de ella saboreando su dulce sabor, nuestras lagrimas se mezclan, esto es lo más hermoso que nos puede estar sucediendo, solo espero que al contarle sobre nuestro pasado todo sea como hasta ahora.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Esposa Mia