Esposa Pecadora romance Capítulo 284

"Dejanos solos". Jeremy interrumpió a Rose con frialdad.

Mirando fijamente a la silenciosa Meredith, Rose se limpió una lágrima falsa con el rabillo del ojo. "Entonces confiaré en ti para que cuides bien de Meredith. Ella no puede soportar más conmociones".

Luego, se dio la vuelta y se fue, cerrando la puerta tras ella.

Jeremy se acercó a Meredith, que yacía tranquilamente en la cama.

Haciendo un acto de lástima, Meredith cerró los ojos e inclinó la cara hacia un lado, lejos de Jeremy.

"Ya he conseguido que el mejor médico que hay te trate. Tus piernas se curarán pronto", habló con calma, "Si no quieres verme, entonces me iré".

Al oír eso, Meredith volteó rápidamente la cabeza y alargó la mano para agarrar a Jeremy.

"¡No te vayas, Jeremy!".

Miró con cariño al hombre mientras grandes gotas de lágrimas que había forzado a salir comenzaban a gotear con tristeza.

"Debes odiarme mucho, ¿verdad, Jeremy? Ya ni siquiera quieres verme, ¿verdad?", su tono era débil y su complexión era pálida, exagerando su estado enfermizo. "No puedo vivir sin ti, Jeremy. ¿No lo sabes? Puedo darlo todo, incluso mi vida, si eso significa que te tengo a ti. Prefiero morir a perderte".

Las lágrimas empezaron a correr por su expresión de dolor y lástima. Sin embargo, el rostro de Jeremy permaneció estoico mientras hacía la vista gorda a su acto.

Meredith sollozó, con lágrimas de dolor cayendo en grandes gotas de sus ojos. "Sé que hice algo malo y te decepcioné, Jeremy, pero hemos pasado por tanto. ¿No me darás otra oportunidad?".

"¿Oportunidad?", Jeremy finalmente reaccionó. El hombre rio sin humor y su tono fue nítido cuando dijo: "¿Alguien le dio una oportunidad a Madeline?".

"...", Meredith se quedó atónita, nunca esperó que Jeremy hiciera una pregunta así.

Su corazón dio un salto inexplicable cuando levantó sus ojos enrojecidos para encontrarse con los ojos fríos y oscuros de Jeremy.

"¿Esto significa que ya no me quieres?", Meredith hizo un mohín mientras su voz se tambaleaba. "Tú fuiste el que prometió casarse conmigo en aquel entonces, Jeremy. Yo-"

"Si quieres un matrimonio, puedo darte uno", dijo Jeremy sin emoción.

Meredith estaba eufórica. "¿Lo dices en serio? ¡Oh, Jeremy!".

"Lo digo en serio, al igual que lo del divorcio justo después".

"...", La sonrisa de Meredith se congeló. "¿Por qué, Jeremy?".

"Conocerte entonces fue como una bendición, cada 'me gustas' y cada promesa que hice eran de verdad. Sin embargo, tuve que perderla para darme cuenta de que esas palabras solo se decían por enamoramiento durante una relación que era más bien amor de cachorro. Tuve que perderla para darme cuenta de lo que era el verdadero amor".

"...", La sangre se drenó de la cara de Meredith, palideciendo aún más.

La expresión de dolor insoportable que llevaba Meredith hizo que Jeremy se mostrara ligeramente reacio al recordar las escenas de su juventud. Sin embargo, sus ojos volvieron a enfriarse rápidamente cuando su mente le ayudó a recordar por todo lo que había pasado Madeline.

Su mirada se clavó en Meredith, la profundidad de sus ojos actuando como un remolino que hizo que la respiración de Meredith se agitara. "Así que sí, podemos casarnos. Pero yo no te amo, así que solo tendrás dolor".

"¡No! ¡No puede ser!", el rechazo nadaba en los redondos ojos de Meredith. "¡Nunca has amado a otra mujer, Jeremy! ¡Yo soy la única a la que amas! Solo te arrepientes de lo que le hiciste a Madeline. No la amas. ¡No la amas! ¡No lo permitiré!".

Meredith se lamentaba desgarradoramente mientras reforzaba su agarre de la mano de Jeremy. Estaba a punto de decir algo más cuando sonó el teléfono de Jeremy.

El identificador de llamadas mostraba que era de un número desconocido.

Aunque Jeremy nunca había sido de los que contestan a las llamadas de números desconocidos, su deseo de librarse de Meredith era mayor.

Al contestar el teléfono, se encontró con el tono ansioso y fuertemente acusador de Daniel. "Eres tú otra vez, ¿verdad, Jeremy Whitman? ¿Cuánto más quieres torturar a Madeline? Dime a dónde te la llevaste".