Esposa Pecadora romance Capítulo 394

"¿Suegra?", Madeline se burló mientras le hablaba, con una mofa evidente en sus encantadores rasgos. "¿Cómo te atreves a llamarte suegra?".

"..." Los ojos de Karen se abrieron, de par en par, sorprendida.

Madeline tiró de su muñeca hacia atrás, mientras sus ojos soberbios recorrían con frialdad la expresión frustrada y enfurecida de Karen. La frialdad impregnó, de repente, el aire. "Tú eres la que tiene que cuidarse, a mi alrededor. No soy Madeline Crawford, y no vas a pasar por encima de mí. Ni me regañarás o golpearás a tu antojo".

"Tú...". Karen furiosa, levantaba un brazo para darle una lección a Madeline.

"¡Para!", dijo Jeremy en seco, congelando la mano de Karen a medio golpe.

Madeline levantó su definida ceja y apartó sus rosados labios. "¿No ves lo mucho que Jeremy se preocupa por mí? No me ofendas, ¿entiendes?".

Karen estaba hirviendo de furia, tanto que no pudo articular nada.

había un poco de miedo en Madeline, mientras levantaba la vista y se dirigía hacia Jeremy. "Volvamos, Jeremy. No creo que la tía quiera verme más".

Jeremy le dio a Karen una mirada frígida. "Esta será la última vez que me repito. Vera va a ser tu nuera, muy pronto. Te haría bien cambiar tu actitud con ella".

"¡Jeremy! Tú... ¡No te dejes engañar, por las mentiras de esta mujer! ¡No es tan delicada e inocente, como crees!", Karen enfatizaba, señalando frustradamente a Madeline.

"Lo que escuché es que te metes con Vera, una y otra vez. También te vi levantando un brazo hacia ella, hace un momento", afirmó Jeremy, con indiferencia, mientras colocaba la chaqueta de Madeline sobre sus hombros y tomaba su mano. "Vamos".

"Hmm". Madeline asintió, dejando que Jeremy entrelazara sus dedos y la llevara lejos.

Karen respiró hondo y corrió tras ellos, hacia el coche.

"¿Por qué mentiría tu madre, Jeremy? ¡Esta mujer no es realmente la persona amable y simpática que crees que es! Te vas a arrepentir de haberte casado con ella, igual que cuando te casaste con esa z*rra de Madeline".

Jeremy tensó sus manos en el volante, al escuchar las palabras de su madre.

Levantando la ventanilla, con extremo desagrado, pisó el acelerador y se marchó.

Al mirar por el espejo retrovisor, Madeline soltó una pequeña sonrisa al ver a Karen pisoteando con rabia, en el sereno de la noche.

Jeremy le preparó a Madeline un tazón de fideos, a su regreso a la villa.

Tal vez por el hambre, Madeline encontró los fideos bastante sabrosos.

Si pudieran retroceder en el tiempo, y él le hubiera mostrado la más mínima calidez, nunca habrían acabado así, hoy.

Pero en este mundo no existen esos "qué tal si...".

Al día siguiente, Jeremy publicó que se casaba con una mujer llamada Vera Quinn.

Internet se llenó de miles de comentarios, bendiciendo a la pareja, pero Madeline no se atrevió a sentir una pizca de felicidad al leerlos.

Estos comentarios fueron, en su momento, negativos y llenos de insultos, cuando ella se había casado con él, hacía años.

Ni siquiera hubo una persona que bendijera su unión, durante aquella ceremonia a gran escala. Sus oraciones inocentes y esperanzadas, fueron lo único que tuvo.

Ahora que contaba con la bendición de toda la ciudad, ya no tenía la misma esperanza juvenil de una futura novia.

Su teléfono sonó, mientras leía los comentarios.

Madeline cogió la llamada, sin pensárselo dos veces, tras mirar el identificador de llamadas. "Felipe", saludó, escuchando con cuidado antes de asentir. "De acuerdo, ya lo tengo".

El invitado imprevisto que se topó al salir, la hizo detenerse en seco.

Madeline estaba fastidiada, al ver la repentina aparición de Daniel. "¿Qué quieres, esta vez?".

"¿Está libre, Srta. Quinn? Me gustaría llevarla a algún sitio, si le parece bien", preguntó Daniel, con calidez; su tono lo hizo parecer una súplica.

Madeline desvió la mirada, con indiferencia. "No soy Madeline Crawford, no tenemos nada que hablar. ¿Cuántas veces te lo voy a decir?".

Y con eso, se alejó.

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