Esposa Pecadora romance Capítulo 396

Madeline, al borde del llanto con los ojos bien abiertos, estaba segura de que esa voz no era una alucinación.

Al levantar la cabeza, se quedó mirando la pequeña sonrisa de Ava, mientras ésta le sonreía con sus grandes ojos parpadeantes. Ava estaba viva.

Madeline estaba en conflicto. Sus sentimientos se mezclaban con un poco de frustración, pero también con un gran alivio.

Ava se levantó enérgicamente, al ver el deslumbramiento de Madeline.

Arqueó una ceja con orgullo hacia Madeline.

"¿Por fin admite que soy su buena amiga, Srta. Vera Quinn?".

Madeline se quedó sin palabras.

En medio del silencio, Madeline sintió que alguien se le acercaba por detrás.

Enderezándose y girando la cabeza, vio a Daniel entrar en la habitación. Sus rasgos elegantes y equilibrados estaban teñidos de un sutil matiz de emoción, mientras sus ojos brillaban con lágrimas.

Madeline se percató que era una prueba.

A pesar de tener sus dudas, al final había decidido confiar en ellos.

Porque tenía miedo de que las personas que le importaban la dejaran en verdad.

"Por fin lo has admitido, Maddie". La manzana de Adán de Daniel se balanceó y su voz titubeó, mientras caminaba hacia Madeline. "Es genial verte, de nuevo".

Habló con suavidad, extendiendo lentamente la mano, para tocar la mejilla de Madeline.

Ella apartó su mano, de un manotazo. "¿Te hace gracia esto?".

Su tono era frío, con una fuerte carga de advertencia.

Tanto Ava como Daniel, se sorprendieron. No esperaban que Madeline estuviera tan enfadada.

"Madeline...".

"Maddie, yo...".

"¿Te hace gracia bromear sobre la muerte?", preguntó Madeline furiosa, antes de darse la vuelta.

Al darse cuenta de que habían ido demasiado lejos con la broma, Ava se giró para mirar a Daniel con ansiedad; instándole a perseguirla.

"¡Madeline!". Daniel la atrapó, antes de que pudiera alejarse. "Siento que lo hayamos llevado demasiado lejos. Aunque sé que debes saber por qué lo hicimos".

Daniel agarró con fuerza los brazos de Madeline, las expectativas y la franqueza se escurrían por sus ojos.

"¿Sabes lo tristes que estábamos cuando te fuiste, hace tres años? Ava y yo nos negábamos a creer que habías muerto”.

"¿Te imaginas lo que sentimos, cuando te vimos otra vez? Sin embargo, todo lo que conseguimos fue que insistieras en que no eras Madeline. Fuiste demasiado indiferente, para siquiera voltearnos a ver".

El tono de Daniel se espesó de emoción, mientras miraba el aspecto impecable que tenía delante. Finalmente, alargó la mano para acariciar sus mejillas.

La realidad y la calidez de las yemas de sus dedos, hicieron que se le aguaran los ojos.

"Te extrañamos tanto, Madeline".

Madeline comenzó a derramar lágrimas a montones, ante las palabras de Daniel.

Ava se acercó lentamente a Madeline, con su pierna herida; las lágrimas también corrían por su rostro. "Deja el enojo, Maddie. No he mentido sobre el accidente de tráfico. Sólo me lastimé una pierna".

Ahogándose ligeramente, tiró de las mangas de Madeline.

"¿No nos mentiste tu primero, Maddie? Ahora estamos a mano, ¿está bien?".

Aunque no hicieron nada malo, las dos se disculparon con ella, de todos modos.

Mordiéndose el labio, Madeline levantó la vista con los ojos rebosantes de lágrimas.

Ya no era capaz de contener sus propias emociones, mientras miraba la cara llena de lágrimas de Ava. Tiró a Ava hacia sus brazos.

"Ava...".

"Maddie...".

Ava sintió una oleada de felicidad, debido a este reencuentro con una amiga perdida, mientras abrazaba a Madeline con fuerza.

"Menos mal".

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