Esposo Dominante: Éxtasis Pasional romance Capítulo 163

Consiguió acallar a Joaquín con una sola palabra, no era que no hubiera previsto cuando vio que traían a Adrián borracho e inconsciente esta mañana que el motivo era que algo muy grave debía haber ocurrido para que un hombre con tanto autocontrolhasta la perversión se diera el gusto.

Pero aunque lo hubiera esperado, nunca hubiera imaginado que tuviera algo que ver con Flora.

La cara de Joaquín cambió ligeramente, había ocurrido lo que Adrián más temía, lo que tanto le había costado ocultar, y finalmente Luisa había descubierto la existencia de Flora.

Así que este hombre aparentemente poderoso entró en pánico, ni siquiera sabía cómo manejarlo, entregándose al alcohol para adormecerse.

La mente de Joaquín estaba llena de sentimientos encontrados, un millón de excusas para postergar la pregunta de Luisa, y las palabras se arremolinaron en su boca antes de que finalmente optara por decir la verdad.

—Lo sé.

Las manos de Luisa se apretaron violentamente, las tapas de las uñas se hundieron en la tierna carne de sus palmas, pellizcando el dolor crudo, cada palabra parecía tomar toda la fuerza que podía reunir.

—¿Todos sabéis?

Su voz temblaba desafinada, como si Joaquín fuera a derrumbarse tras una sola respuesta positiva.

—Luisa, cálmate primero, no es lo que piensas, sé que ahora mismo te sientes traicionada por el engaño, puedes dudar de todo, pero lo único que tienes que creer es que Adrián nunca se enamoraría de nadie más que de ti —Joaquín miró firmemente a sus ojos, flotando de tristeza, y su corazón se dolió por esta chica que sólo tenía veinticuatro años pero que había pasado por tantas pruebas y tribulaciones.

—Todo lo que quieras saber, te lo puedo contar, si me lo pides.

¿Todo?

Los ojos de Luisa parpadearon ligeramente y estaba en trance durante mucho tiempo sin decir nada. Era como una fisgona a la que de repente le habían dado permiso, y por un momento no supo por dónde empezar, demasiadas dudas en su mente, mil hilos entrelazados, tan densos que no podía respirar.

Joaquín vio su desconcierto y narró.

—La mujer de Villa Norte se llama Flora, dos años menor que Adrián, no sé si Adrián te ha contado su relación, pero para Adrián, Flora es como una hermana menor y absolutamente nada más.

Luisa pensó de repente en las ansiosas palabras de Adrián en la puerta de Villa Norte la noche anterior y habló con cierta sorna.

—No son parientes, ¿verdad?

Joaquín se quedó congelado un momento y luego asintió.

—Sí.

Entrecerró los ojos, como si recordara algo, y añadió.

—¿Tienes curiosidad por saber por qué seguís siendo hermanos sin vínculos de sangre?

La pregunta de Joaquín tocó una fibra en el corazón de Luisa y, de hecho, era lo que más le importaba y lo que más le desconcertaba.

Definitivamente, Adrián no era un hombre amoroso y promiscuo, no se entregaría a alguien sin motivo, pero estaba claro, por su comportamiento con Flora, que le importaba mucho la mujer llamada Flora.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Esposo Dominante: Éxtasis Pasional