Esposo Dominante: Éxtasis Pasional romance Capítulo 59

—Porque no quería ver a nadie más como su madre, que ni siquiera pudo divorciarse y se consumió hasta la edad madura para salir de ella.

Luisa nunca se imaginó que tuviera un pasado así, a sus ojos, un hijo del cielo tan orgulloso, como si estuviera destinado a ser diferente desde el momento en que nació, debería ser un joven maestro con una cuchara de oro desde la infancia, con una familia de origen prominente, ¿cómo podría ...?

Ernesto se encontró con su mirada asombrada con un sentimiento mezclado:

—Todo lo que tiene hoy es algo por lo que ha luchado él mismo y no algo con lo que ha nacido.

Una persona sin antecedentes y sin formación ha llegado hasta aquí, no por simple suerte, sobre todo en la profesión de abogado, hay mucha gente que lo hace bien, pero ¿cuántos de ellos terminan en un buen lugar?

Las penas y las dificultades de navegar entre toda clase de viejos zorros calculadores, sin el glamour y la ostentación, tal vez sólo las conozca el propio Adrián.

Luisa estaba desconsolada y arrepentida por los prejuicios que había tenido y las suposiciones que había hecho, pero ...

Sus ojos parpadearon ligeramente al pensar en la llamada de aquel día, y al final, lo que más le molestó fue la mujer no identificada al otro lado de la línea.

Como no quería sonar mezquino, le dijo a Ernesto lo más educadamente que pudo, sin darse cuenta de que sólo iba por la mitad de la conversación cuando levantó la mano para interrumpir: —Adrián no va a tener otra mujer, no te preocupes por eso.

Luisa no entendía su actitud decidida.

Ernesto miró su pequeño rostro con la perplejidad escrita en él, su tono era un poco pesado y parecía tener alguna dificultad para hablar, hizo una pausa por un momento antes de volver a hablar:

—De niño sus padres tuvieron un mal divorcio, fue trasladado a un internado, fue abusado, nunca tuvo otra mujer más que tú.

Luisa se quedó helada.

¿Acoso?

¿Era lo que ella pensaba que era?

Luisa no puede ni imaginar lo que debe haber sido ser un adolescente en la escuela secundaria y que sus padres lo envíen a los lobos.

Ella prefería haber malinterpretado lo que él tenía, como acababa de hacer, antes de escuchar esa respuesta.

—No debería ser yo quien dijera estas cosas, pero realmente es muy duro para él por dentro, Luisa, y espero que puedas entenderlo.

El hombre que no quería que nadie se apiadara de él, que estaba acostumbrado a mostrar su lado más duro, también había perdido la capacidad de amar y ser amado.

Después de todos estos años, como una piedra invulnerable e indestructible, pero el deseo de calor en su interior nunca ha cambiado.

A los treinta y dos años, el mayor de los viejos, ya era hora de tener a alguien cerca que le hiciera compañía.

El tiempo no borrará lo que ha sido, sólo un nuevo comienzo puede cubrir esas heridas, y Ernesto espera que Luisa sea la que pueda reconfortarlo.

—No sé ... —Luisa no pudo evitar el enrojecimiento de sus ojos, había pensado que lo que estaba pasando ahora era ya una injusticia de Dios, pero lo que había pasado Adrián era cien veces más tortuoso que lo que estaba pasando ahora.

Ella es ahora una adulta y puede pagar por sus acciones, pero él era sólo un niño entonces.

¿Cómo de desesperado debería estar?

No es de extrañar que Adrián no haya peleado nunca los casos de divorcio, lo que va, viene, porque para eso se metió en este negocio, pero no quiere volver a sufrir tanto.

De hecho, nunca llegó a conocer el corazón del hombre; la gente siempre se expresa primero inconscientemente y se olvida de escuchar.

Ernesto le dio una palmadita en el hombro para tranquilizarla:

—Todo es pasado, no es tan débil, ahora es el verdadero él, sólo lo digo con la esperanza de que lo entiendas, es machista, pero se preocupa por ti en el fondo y no tendrá mal genio si cedes.

A Luisa no le importaba nada más en este momento e inmediatamente asintió:

—Lo entendí mal en primer lugar, fue mi culpa.

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