Extinción de mates romance Capítulo 17

Llegamos a España, todo era muy hermoso y acogedor, tomamos un taxi y fuimos al hotel más cercano necesitábamos descansar todos estábamos sumamente agotados.

—yo iré a pagar —dijo Matt con los ojos casi cerrados.

—olvídalo, seguro estas mas dormido que despierto —dije tomando el dinero, Matt río y asintio, camine a recepción y pedí 2 habitaciones con camas separadas.

—aquí tiene, que disfrute su estancia —me dijo la recepcionista con una sonrisa fingida, yo solo tome las llaves y camino donde los chicos.

—bien, aquí están las llaves de su habitación —les dije a los chicos suspirando cansada.

—hablaremos seriamente mañana —dijo elio mirándome serio.

—si si, mañana —murmure de mala gana, todos nos fuimos a nuestra habitación, yo dormiría con Nina.

—Natale —me llamo Nina, sabía lo que me esperaba, tomamos el ascensor y caminamos en dirección a nuestra habitación en silencio, hasta que llegamos a nuestra habitación, Nina cerro la puerta y me miró con evidente preocupación.

—¿quieres hablar sobre lo que paso? —pregunto cautelosa, yo suspire y deje las maletas a un lado.

—Leonardo tiene prometida Nina, no hay nada más de que hablar —dije cortante, sentía un nudo en mi garganta al pensar en Leonardo, en la forma de como me miró y grito, volvía a mirarme fríamente e indiferente, siempre será así nunca cambiará.

—vamos Natale, el te adora —me dijo Nina sonriendo tiernamente, mi vista se torno borrosa y deje escapar una lágrima.

—claro que no Nina, me grito que lo dejara a solas con esa maldita perra ¡para que estar solo con ella! —grite alterada mientras lágrimas bajaban por mis mejías, me dolía pensar en lo que pudieron haber hecho a solas ¿la habrá besado? O aún peor haber tenido sexo, no eso no puede ser ¿o si?

—quizás solo quería hacerla entrar en razón —dijo Nina dándome un abrazo, yo negué con la cabeza y cerré los ojos un momento.

—eso no me tiene que importar ahora, tengo problemas más importantes —dije limpiando mis lagrimas, Nina me dedico una sonrisa consoladora pero nada podía hacerme sentir mejor.

—¡Natale! —grito Leonardo desesperado a través de la conexión, yo puse los ojos en blanco y no conteste.

—Natale por favor se que me estas escuchando —me dijo suplicante pero yo no respondía.

—Natale Gabrielli te juro que si no me respondes me volveré loco —dijo alterado.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Extinción de mates