Extinción de mates romance Capítulo 19

Una gota fría de sudor bajo por mi cuello hasta mi pecho, estaba respirando rápidamente, los nervios me dominan por completo, pero aquí podría estar a salvo por un tiempo. Aquí Matthew no tiene contactos, ni autoridad además quizás no sea tan malo.

_¿cual es su nombre? —pregunto la secretaria.

—Natale Gabrielli —dije tratando de sonar segura, la señora solo anoto unas cuantas cosas y me dio una llave.

—bien esta es la llave de tu habitación, que tengas linda noche —me dijo con una sonrisa.

¡ja! No dormirá seguramente en toda la noche, camine por los pasillos y habían vampiros por todos lados mirándome como una presa que esta a punto de atacar, yo suspire tratando de Serenarme pero era inútil.

—¿te as perdido? —me preguntaron detrás de mi, yo me gire y vi a un vampiro es alto de piel blanca demasiado pálida, ojos rojos por beber sangre y cabello rubio.

—si busco la habitación 350 —dije tratando de ocultar mis nervios, era el primer vampiro con el que hablaba sin estar peleando.

—debe ser extraño para ti hablar con alguien como yo ¿verdad? —dijo el chico mirándome con una sonrisa que derretiría a cualquier chica.

—si supongo —dije un poco nerviosa, es muy atractivo es una pena que sea vampiro.

En unos segundos un ardor atraviesa mi cuerpo, es por Leonardo y el maldito vínculo necesito estar con el, suerte que no me a marcado o sino estaría en el piso gritando de dolor.

—bien, sígueme te llevaré a tu habitación —entonces comenze a seguirlo con paso apresurado, quería llegar y encerrarme.

—no es tan malo estar aquí, matamos vampiros y hombres lobo solo cuando es necesario, por cierto mi nombre es Chris —me dedica una sonrisa radiante y yo solo asiento con mis mejillas sonrojadas, eso era un gran "consuelo", pero todo por el maldito de Matthew si me encuentra me torturaria y marcaría. Eso era algo que no iba a permitir.

—gracias Chris yo soy Natale —estrechamos nuestras manos y se marcho sin decir nada más, su mano estaba demasiado fría.

—no me gusta esa palabra —dice perdiendo el control.

¡esto te pasa por tonta! Calma todo estará bien solo es un hombre lobo podré con el.

Lo empujó con todas mis fuerzas y logró quitarmelo de encima, gruñó mostrando mis afilados dientes y cambiado mis ojos a mis ojos de loba.

—disfrutare esto —sin decir más se convierte en lobo, es grande pero no más que yo, su pelaje es café.

Sonrió de forma burlona y me transformó en loba, el chico se queda estupefacto al ver mi tamaño y color de mi loba, Salta y me estampa en el suelo pero antes que yo pueda hacer algo, alguien lo derriba de mi lado de una forma demasiado brusca.

—Leonardo.... —susurro petrificada.

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