—eres hermosa —dice Leonardo acariciando mi Mejía.
Yo me sonrojo y el me da un beso corto en los labios, sus labios se acopla perfectamente a los míos.
—tengo que salir hermosa, vendré en la noche —dice mirándome con ternura.
—esta bien, pero ten cuidado por favor —digo suplicante, no soportaría que le pasara algo por mi culpa se que lo que tenga que hacer tiene que ver con Matthew.
—no te preocupes por mi, adiós preciosa te amo —me da un último beso y se marcha dejándome con Nina y los chicos.
~°~
—y dime ¿que se siente tener un mate? —pregunta Nina emocionada y curiosa ala vez.
—pues no lo se... Es un sentimiento que no tiene palabras ¡me siento atada a Leonardo! De una forma dulce y buena —sonrió radiante al pensarlo, siento felicidad cuando estoy con Leonardo.
—¡que emocionante! ¿te dolió cuando te marco? —Nina me miró expectante, impaciente por escuchar mi respuesta. Ahora que ya no hay más Mates duele ser marcada por un lobo.
—no en absoluto ¡fue hermoso! —Nina grita con emoción y yo río al verla así.
Han pasado 2 días y todo a estado bien Matthew no a atacado a más personas pero se que solo es cuestión de tiempo para que aparezca nuevamente y eso me preocupa.
—¿que tanto hablan? —pregunta Elio entrado a la habitación.
—sobre lo que se siente tener un mate —contesta Nina entusiasmada, Elio frunce el ceño y encoje sus labios en forma pensativa.
—¿enserio amas a Leonardo? —pregunta inexpresivo.
—si, amo mucho a Leonardo —digo segura, Elio suspira con tristeza lo que me deja desconcertada.
—Matt y yo iremos a hablar con algunas manadas sobre lo que está pasando, vendremos en la noche —me da un tierno abrazo y se despide de mi.
—¡tengan cuidado! —digo en voz alta, los chicos asienten y se marchan minutos después.
—Nina ¿quieres ir a comprar un helado? —se que Leonardo me a prohibido rotundamente que no puedo salir pero la heladería no está muy lejos.
—¡helado! Claro que si —contesta Nina con una sonrisa, me arrastra fuera de la casa y caminamos hasta la heladería.
—dos de chocolate —digo cortes, el empleado asiente y en cuestión de minutos me da los helados.
—no pero a ella si —entonces apunta a Nina.
—¡no te atrevas! Ella no tiene nada que ver —digo furiosa.
El me ignora y suelta el gatillo pero yo actuó rápido y empujó a Nina al suelo.
—¿estas bien? —le pregunto en susurro.
—s... Si —dice Nina mirándose de pies a cabeza.
Entonces algo impacta en mi cuello, parece una aguja yo gruñó de dolor y saco el objeto de mi cuello y el sueño comienza a dominar cada parte de mi ser.
—vete Nina, no podrás con el... Vete y dile a Leonardo que lo amo —veo como Nina abre la boca horrorizada y comienza a zarandearme de forma violenta, grita y dice cosas pero yo no soy capas de escucharla o de responder. Ella se transforma en loba y ataca al vampiro.
Quiero correr y decirle que se marche pero simplemente no puedo moverme, poco a poco voy cayendo en la inconsciencia pero antes escucho una hermosa voz a través de la conexión.
—¿Natale? —dice Leonardo.
Y segundos después me dejo vencer cayendo en la inconsciencia.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Extinción de mates