Extinción de mates romance Capítulo 30

Abrí los ojos lentamente mientras los frotaba, deje salir un bostezo y me senté torpemente observando donde estaba.

La habitación es amplia con dos armarios, baño y televisión, me levante para poder ver a través de la ventana y lo que vi me dejo encantada.

—el mar —susurre para mi misma, olvidé por unos segundos los problemas que me agobiaban y me centre en la hermosa vista que tengo frente a mi.

El amanecer se veía tan hermoso que me es difícil creerlo, si tan solo Leonardo estuviera conmigo en ves de Matthew... Lo extraño demasiado ¿el también me extrañará? Quizás pero no tanto como yo.

—buenos días —dice Matthew entrando a la habitación, yo no hago caso de su presencia y sigo observando el paisaje que esta frente a mi.

Pude escuchar como los pasos de Matthew cada vez se acercaban más a mi, yo tense cada parte de mi cuerpo y me tomo del cabello de manera brusca, solte un pequeño gemido de dolor cuando el jalo más de mi cabello.

—e dicho buenos días —dijo con los dientes apretados, yo le dedique una mirada de odio y trate de empujarlo pero no pude.

—vete a la mierda —murmure con odio.

—no te conviene que me hables así –dijo en tono burlón.

Me hizo mirarlo fijamente, el me observaba con lujuria y fascinación ala ves.

—se mía Natalie, todo será tuyo yo tengo dinero, poder ¡nada te faltará conmigo! —yo negué con la cabeza mientras el me observaba suplicante.

—eres un maldito enfermo, nunca estaría con alguien así... Yo amo a Leonardo –dije Segura, el me soltó de forma brusca mientras maldecia en voz alta.

—¡el no te ama! —grito furioso.

—claro que si —dije con voz alta indignada.

Matthew convirtió sus manos en puño y golpeó la pared con fuerza dejando una grieta, se acercó a mi con paso lento y peligroso, yo retrocedía instintivamente.

—no por favor —gritaba angustiada mientras lloraba sin parar.

—¡callate! Si no eres mía no serás de nadie —dijo en tono posesivo.

De un tirón me quito el sostén dejando mis pechos desprotegidos, sentía repugnancia e impotencia de no poder hacer nada, de un movimiento Matthew había sacado nuevamente su daga causandome una herida en mi brazo.

Cuando su mano estaba por tocar mi parte íntima un ruido se escuchó por toda la casa, balas y gritos se escuchaban por todo el lugar.

—¡mierda! —dijo Matthew furioso.

Entonces lo vi entrar... Leonardo estaba frente a mi mirándome estupefacto en sus ojos había una mezcla de emociones, felicidad, tristeza, irá, Enojo y odio.

—Leonardo —susurre esperanzada.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Extinción de mates