Extinción de mates romance Capítulo 35

—cariño ¿ya estas lista? —pregunta Leonardo con una sonrisa dulce.

—si ya, vamos —dije ansiosa, iremos a el aeropuerto a traer a Nina con los chicos, espero que todo les haya ido bien.

Estos días con Leonardo fueron ¡hermosos! Leonardo es muy detallista y sobre protector pero no me quejo pues no planeo estar de nuevo con Matthew.

—no te separes de mi —dice mirándome serio.

—si si claro —dije resignada.

Me tomo de la mano y caminamos en dirección al auto, siento mi corazón latir frenético gracias a los nervios.

Ya quiero ver la expresión de Nina cuando le diga que me voy a casar ¡morirá de felicidad! Al igual que yo.

Siento una felicidad desbordante al pensar que me casare con Leonardo, nada podría ser mejor pero se que todo eso se puede ir al carajo en un segundo pues Matthew sigue suelto.

—deja de preocuparte —me dijo Leonardo acariciando mis nudillos.

—no puedo evitarlo —dije mirando a través de la ventana.

—todo estará bien, te cuidare con mi vida —fijo sus ojos marrones en mi dedicandome una sonrisa dulce.

—tu sabes que no soportaría estar sin ti —dije mirándolo sería, de solo imaginar que Leonardo sufra por mi culpa siento mi mundo caer.

–Natale nunca sabrás lo que sentí al verte en el suelo tirada, pálida sin vida nunca sabrás lo que sentí cuando me dijeron que estabas muerta, estuve en el infierno... Estaba muerto en vida, no me arriesgare a perderte de nuevo —mi labio inferior tembló al escuchar sus palabras, sonrei mientras una lágrima bajaba por mi Mejía.

—Te amo Leonardo —dije quitandome el cinturón para abrazarlo fuertemente, Leonardo sonrió e inhalo fuertemente el aroma de mi cabello.

–yo también Te amo Natale y no te imaginas cuanto —dijo con voz dulce y suave.

Llegamos al aeropuerto minutos Después, baje ansiosa esperando contarle a Nina lo que sucedió mientras no estaban. A lo lejos los pude ver sin dudar corrí a su encuentro.

—¡chicos! Los extrañe mucho —dije sonriente.

—si se nota —dijo Elio en tono divertido.

Lo mire mal pero igualmente lo abrase al igual que a mi hermano y Nina.

—¿como les fue? —pregunte curiosa.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Extinción de mates