Extinción de mates romance Capítulo 37

—nos está alcanzando —dijo mi hermano en tono preocupado.

—tiene razón, nos va a alcanzar —dijo Nina mirándome preocupada.

Mi respiración se torno agitada, mi pecho subía y bajaba a toda prisa gracias al miedo que ahora dominaba mi cuerpo.

—detente, es mejor que peleemos y que Natale salga huyendo —dijo Elio serio.

—¡¿estas loco?! no los pienso dejar —dije alterada.

Lo último que necesitaba es que ellos pelearán por mi culpa.

—Leonardo, el solo me quiere a mi... No tienen que sufrir por mi culpa, dejame aquí —murmure con dolor.

Todo lo que ocurria a nuestro alrededor era por mi, por mi culpa todos mis seres queridos sufrían pero ya no tiene que ser ¡tengo que matarlo! ¿pero como? Matthew es muy fuerte a comparación mía.

—¿te golpeaste antes de salir? Estas loca si piensas que te voy a dejar —dijo Leonardo decidido.

Yo bufé mientras me maldecia mentalmente.

—pero Elio tiene razón, pelearemos mientras tu huyes ¿entendido?—Leonardo me miró serio con determinación en sus ojos.

—no no no —dije asustada, podían hacerles daño, no soportaría estar sin Leonardo.

—no tienes opción —dijo Leonardo deteniendo el auto.

Abri mi boca para articular palabras pero nada salia de mis labios, no podía decir ni una sola palabra. Mire a Nina y los chicos, ellos me observaban suplicantes diciéndome con la mirada que obedeceria a Leonardo pero eso no podía ser.

¡¿como dejaría a mi familia, a mi mate?! Ellos lo son todo en mi vida, no Permitiria que Matthew me arrebatara lo que más quiero en el mundo.

Salimos del auto con toda confianza en nosotros esperando que no fueran demasiados lobos.

—Leonardo, Natale, ¡cuanto tiempo sin vernos! —dijo Matthew saliendo del auto, sonreía de manera siniestra mientras caminaba de un lado a otro.

—vete de aquí —me dijo Leonardo a través de la conexión.

—claro que no me iré —dije decidida.

—¡mierda Natale! Solo has lo que te digo, estaremos bien —dijo suplicante pero eso no funcionaria.

—No —dije sería y decidida.

Leonardo tomo mi mano apretandola levemente, sabía que lo hacía para que lo escuchará y huyera pero no me iría sin ellos.

—escucha Natale, no soy un hombre que se rinde tan fácil, yo siempre consigo lo que quiero y lo que quiero es tenerte a mi lado —dijo Matthew mirándome con una sonrisa complice.

—¡sigue soñando! Ella es mía solo mía —gruñó Leonardo mostrando sus afilados colmillos de lobo.

—bien si así lo quieres —dijo Matthew guiñandome un ojo.

Segundos después un hombre salio del auto de Matthew transformándose en lobo, me gire para ver a Leonardo con los chicos y estos ya se habían transformado.

Convertí mis manos en puño mientras sentía la ira recorrer mi cuerpo haciéndome transformar en mi forma lobuna.

Gruñi al ver como Matthew se preparaba para atacar.

—vete, vete ahora —me dijo Leonardo una vez más.

—pero...

—¡vete! —me grito con voz grave, si en definitiva esta molesto.

—Natale por favor vete ¡no soportariamos perderte! —dijo Elio mirándome suplicante.

—por favor —añadió Nina mirándome con sus ojos de cachorro tierno.

Yo asentí triste para después salir corriendo de ese lugar.

El infierno se estaba desatando pero por suerte los chicos podían con Matthew y su ayudante.

me mantuve oculta entre los arbustos observando como Leonardo peleaba cada vez más brutal con Matthew, entonces me gire y vi como un hombre salia de entre las sombras con un arma en sus manos.

Todo fue tan rápido que no me dio tiempo ni de mover un músculo.

El hombre disparo a Elio para después escapar.

Todo tipo de recuerdos invadió mi mente.

Flashback.

—¿oye porque lloras? —Elio se acerco a mi de manera lenta, acariciando mi cabello.

—las chicas se burlan de mi —dije entre sollozos.

—es porque tu no eres como las demás, eres más especial —dijo con voz tierna, cariñosa. Tomo mi mano entre las suyas para después acariciarlas con delicadeza.

~°~

—¿enserio tienes 13 años y no puedes andar en bici? —dice Elio mirándome divertido.

—¡es muy difícil! —replicó enfadada.

—si, ya ya, te enseñaré súbete —dijo con una sonrisa.

Fin del flashback.

Cada recuerdo Con Elio invadió mi mente, cuando estuvo en mi primera transformación, cuando me enseñó a conducir, cuando fuimos a pescar y a el se le atoro un pescado en sus pantalones, cuando me gradue y el estaba ente la multitud aplaudiendo, gritando mi nombre... Diciendo que estaba orgulloso de mi.

Cada maldito recuerdo invadió mi mente, reproduciendose como una película torturandome, rompiendo mi corazón en mil pedazos.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Extinción de mates