Heredero de un multimillonario romance Capítulo 23

- Tienes manos delicadas...

- Gracias -dijo, avergonzado-. ¡Mi pulso se acelera hasta el límite!

Acercándome lo más posible, presionando sus labios carnosos contra mi oreja. Susurra irónicamente:

- ¿También saben acariciar suavemente una polla?

Me echo hacia atrás, siseando:

- Basta, por favor. Siéntate y no me distraigas. ¡No quiero hacerte daño!

Ante estas palabras, Damir sonrió suavemente.

- Ven a mí...

- ¡Oh!

De repente, me cogió por la cintura y me echó encima, obligándome a abrir las piernas y a montarle encima.

- Así es mejor, mucho más cómodo. Sigue...

La sangre retumbó en mis oídos, mi respiración se aceleró. Tanto él como yo.

- Ya casi está. Todo lo que queda es una tirita.

Se estaba haciendo demasiado duro para sus piernas. De repente había una cantidad decente de elevación.

¡Dios! ¡Es imposible hacer algo en estas condiciones!

Volví a rebuscar en el botiquín, viendo que no podía encontrar una tirita allí. ¡Sí! Un coche tan chulo, y se han ahorrado dinero en tiritas.

Vale, estoy bromeando. Al parecer se les acabó y no tuvieron tiempo de poner uno nuevo.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Heredero de un multimillonario