Héroe Retrasado romance Capítulo 111

-¿Por qué?

—Siento que... mis padres me van a utilizar para poder pagarte. —Tenía una mirada de total impotencia—. ¿Qué voy a hacer?

Jiang Ning casi vomitó sangre.

-¿No estás dispuesta? -preguntó a propósito.

—No soy digna de ti —contestó con seriedad—. Eres demasiado excepcional, todos los miembros de la Secta de los Mendigos son muy sobresalientes, yo no debería ser una carga para ti.

¡Ñlll! Jiang Ning frenó de repente y se estacionó a la orilla del camino conmocionando a Lin Yuzhen.

—¿Qué estás haciendo? —Lin Yuzhen preguntó mientras colocaba su mano en el pecho, todavía agitada.

Jiang Ning la había sorprendido al tirar de los frenos tan de repente, ni siquiera le había dicho si estaba dispuesta o no, así que ¿por qué tuvo una reacción tan intensa?

-Soy muy rico -dijo Jiang Ning.

-Lo sé. Creo que nunca podré devolverte lo que te debo. -Suspiró Lin Yuzhen.

No tenía ni idea de lo rico que era Jiang Ning, pero definitivamente tenía más de diez millones.

-Todavía tengo muchos más amigos.

-Lo sé. Tus compañeros de la Secta de los Mendigos están por todo el mundo, y cada uno de ustedes posee un gran talento.

Lin Yuzhen pensó que ella misma era bastante sobresaliente, pero cuanto más conocía a Jiang Ning, más ordinaria se sentía. Su Mei tenía razón, no era digna de Jiang Ning, así que no podía retenerlo.

—Pero todo esto sumado no puede compararse contigo.

Su repentina declaración la dejó atónita.

-Tú eres la excepcional, no yo -continuó Jiang Ning seriamente-. Siempre he sentido que soy yo el que no es digno de ti y por eso he trabajado muy duro, porque espero que algún día me gane el derecho a estar a tu lado.

—En ese caso... lo intentaré. Si no somos compatibles o tienes una mejor opción solo dímelo ¿de acuerdo?

-Tú eres la opción para mí; en esta vida tú eres mi única opción.

Lin Yuzhen sintió que su cuerpo entero se entumecía, era la primera vez que se daba cuenta de lo encantador que era escucharlo decir cosas tan apasionadas. No lo resistió más y miró hacia abajo, su cara y su cuello estaban rojos y asintió con timidez, no sabía qué más hacer. Decidió intentarlo, incluso si solo fuera un cortejo, debía intentarlo para saber si funcionaría de verdad.

Jiang Ning observó su reacción y respiró hondo. ¿Acaso Lin Yuzhen no sabía lo hipnotizante que era? Encendió el auto nuevamente.

—¿Jiang Ning?

-¿Mmm?

-¿Puedo retractarme?

-No.