Lin Yuzhen no dijo nada en el camino de regreso. Después de un rato, por fin volteó a ver a Jiang Ning.
—¿Soy muy tonta?
—¿Cómo podría mi esposa ser tonta?
—Siempre dices que tengo buen corazón, pero ser muy amable es igual que ser tonta, ¿no? -Lin Yuzhen se rio de sí misma con amargura-. Esa tía mía siempre ha menospreciado a mi familia. No me agrada pero no logro odiarla porque es mi tía. Pero hay personas en este mundo que no merecen mi bondad, ¿verdad? No dijiste nada hoy porque querías que lo entendiera. —Miró a Jiang Ning y preguntó eso con tono serio.
-Acabo de decirte que mi esposa no es tonta. De hecho, eres muy inteligente -se rio Jiang Ning.
Eso era exactamente lo que estaba pensando. Lin Yuzhen era demasiado bondadosa. Si permanecía protegida por él, estaba bien seguir así. De hecho, su bondad era lo más hermoso en el mundo, y era algo que Jiang Ning estaba dispuesto a atesorar y proteger con todas sus fuerzas.
Sin embargo, Lin Yuzhen no se quedaría en su protección por siempre. Quería crecer y quería hacerse mejor. Ahora Lin Wen estaba al frente del Grupo Lin, ¿pero después? ¿Qué pasaría en el futuro? Jiang Ning no iba a gastar toda su energía en una compañía pequeña. Eso sería responsabilidad de Lin Yuzhen.
Lin Yuzhen no dijo nada después de que Jiang Ning le respondió. Miró por la ventana y después de un rato suspiró profundamente.
—Jiang Ning, me doy cuenta de que estás empezando a agradarme.
No lo miró, pero esas palabras hicieron que el corazón de Jiang Ning saltara de alegría. Sin embargo, él sólo asintió y respondió con calma:
-Sigue así.
Al llegar a la entrada del Grupo Lin, Lin Yuzhen se bajó del auto y todos los que venían detrás de ellos también.
—Directora Lin, los inversionistas ya vienen en camino y dijeron que querían hablar con usted en privado, así que yo no subiré. -El gobernador Zhang sonrió-. Si necesita algo, sólo llámeme.
-Gracias por su apoyo, gobernador -Ella le agradeció con sinceridad.
¡Tap, tap, tap!
Yu Wei se volteó cuando escuchó el sonido de tacones desde afuera de la sala. Cuando vio el rostro de incomparable belleza de Lin Yuzhen, se quedó sin aliento un momento y no le pudo quitar los ojos de encima.
-Lamento hacerlos esperar —Lin Yuzhen sonrió mientras saludaba al grupo. Luego puso una cara de sorpresa mientras decía—: ¿Eres tú?
Yu Wei miró a Xu Ruyun. El rostro de Xu Ruyun mostraba tanta sorpresa como el de Lin Yuzhen.
-¿Tú eres la directora del Grupo Lin?
Obviamente, Xu Ruyun nunca había pensado que la persona con quien se reuniría resultaría ser Lin Yuzhen. Lin Yuzhen era su rival desde que estaban en la universidad, pero Xu Ruyun nunca lo admitió.
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