-Esta niña tonta, ¿de qué se pone nerviosa? No me la voy a comer.
Jiang Ning no estaba muy seguro de quién se comería a quién si seguían así. Tomó los archivos y salió corriendo detrás de Lin Yuzhen, quien ya iba en el elevador al estacionamiento con Xiaozhao.
Estacionamiento del sótano.
-Directora Lin, ya separé todos los documentos de la fábrica. El reporte que le di es la última versión.
Se escuchaban dos pares de tacones caminando por el suelo a lo lejos. Lin Yuzhen entonces se dio cuenta de que salió tan rápido que olvidó dos de los documentos. ¡Todo era culpa de Jiang Ning! ¡Él puso a su corazón en tal confusión!
-Están en mi escritorio. Xiaozhao, ¿podrías subir por ellos?
Lin Yuzhen no se atrevía a subir porque, tal vez, si iba allá, Jiang Ning no la dejaría salir de nuevo. La manera en la que se tomaron antes no era la normal.
-Ok.
Xiaozhao se dio la vuelta para subir cuando unas figuras extrañas emergieron del elevador, poniéndola muy nerviosa.
-Ya que estás aquí, no te vas a ir.
Xiaozhao se puso muy nerviosa de inmediato.
-¿Quién eres? ¿Qué es lo que quieres?
-Jo, jo -Yu Wei salió-. ¿Qué es lo que quiero? Claro que quiero hablar de negocios con la directora Lin.
Lin Yuzhen frunció el ceño. No esperaba que Yu Wei apareciera y tratara de atraparla en el estacionamiento.
—¡No intente nada raro! —Xiaozhao se puso frente a Lin Yuzhen—. Por favor, deténgase, señor Yu.
-Pequeña, piérdete. Tengo un proyecto de miles de millones para discutir con la directora Lin, ¿acaso no quieres ser parte de él?
Yu Wei no pudo evitar mirar a Xiaozhao de arriba abajo y perder el interés en ella.
—Directora Lin, dígame, ¿quiere que tome cartas en el asunto? ¿O va a subir al auto de manera voluntaria?
Miró a Lin Yuzhen con malicia en sus ojos. ¿Así que actuando como si tuvieras más estándares que los demás? Ya verá él cómo actúa Lin Yuzhen al llegar al
hotel.
-Directora Lin, vámonos. Suba al auto y le daré este proyecto y toda la enemistad entre ambos desaparecerá de una vez por todas.
-Tú...
—Ni lo intente, si no, la pequeña secretaria tal vez no lo logre, no puedo asegurar nada.
—Directora Lin... no vaya con ellos... —Xiaozhao continuaba gritando mientras se aferraba a su estómago y las lágrimas le rodaban por el rostro.
¡PAM!
El hombre la pateó de nuevo y ella gritó de dolor.
-¡Xiaozhao! -Lin Yuzhen comenzó a llorar-. ¡Deténgase! ¡No la lastimen más! Iré con ustedes.
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