El proyecto más importante que estaba en sus manos estaba arreglado e incluso había tomado la ventaja, así como enormes ganancias para la compañía, entonces Lin Yuzhen por fin pudo respirar aliviada.
Había estado a cargo de la compañía estos meses. El peso de esa responsabilidad sobre sus hombros era mucho en verdad. Deseaba que Lin Wen se recuperara pronto para que pudieran compartir la carga, pero también quería que él pudiera descansar más tiempo. Lo bueno es que Jiang Ning estaba con ella. Sin importar en qué problema se metiera, este hombre siempre estaría a su lado.
-Papá ya puede caminar con normalidad, así que dijo que volverá a la oficina en un par de días. —Lin Yuzhen se masajeó el cuello adolorido-. Con él aquí, podré relajarme un poco.
Miró a Jiang Ning y vio que sólo estaba bebiendo su té y no parecía haberla escuchado.
-¡Oye! -Estaba molesta-. Te estoy hablando.
—¿Mmm? —Jiang Ning se rio—. Te escucho, sigue hablando.
-Hum, ya terminé -resopló Lin Yuzhen.
El tipo parecía muy distraído. Se acercó y le dio vueltas a una taza entre las manos.
-¿Deberíamos quedarnos con Gao Yong?
Algo terrible casi le había pasado a la compañía. Si no fuera por Jiang Ning, el Grupo Lin habría sufrido terribles pérdidas.
-Tiene talento natural y no es ambicioso. Papá decidió que se quedara por una razón -respondió Jiang Ning-. En cuanto a esa debilidad suya, ya no será problema.
—¿Por qué? Lin Yuzhen no entendía.
Jiang Ning soltó una carcajada.
-Quedó traumado.
¿Acaso no? El director Gao había estado tan entusiasmado por conocer a una mujer bonita como Xu Ruyun, pero en cuanto pensó que podría convertirse en un brócoli probablemente evitaría cualquier contacto con las mujeres durante los próximos meses. A Gao Yong le encantaba ser un donjuán, pero tenía más miedo de morir. Ese era su verdadero gran defecto.
Lin Yuzhen se sonrojó. Jiang Ning había dicho todo eso con mucha tranquilidad pero ella sentía vergüenza. No tenía idea de cómo él lograba hablar de esas cosas sin sentir pena. Xu Ruyun llevaba una vida de mucha promiscuidad y así fue como logró ascender con tanta rapidez. Lin Yuzhen de verdad despreciaba a los que usaban su cuerpo y su orgullo a cambio de dinero y estatus. No podía aceptarlo.
Jiang Ning se rio.
—Le dije que la llevaría a ver las universidades de Shengcheng. Puede escoger la que le guste más.
Lin Yuzhen miró a Jiang Ning con sospecha.
-Yun'er aún es joven, así que no intentes nada raro.
Jiang Ning se quedó helado un rato y de repente jaló a Lin Yuzhen a sus brazos. Lin Yuzhen se puso nerviosa al instante y casi gritó. Pero no se atrevió a hacer ruido porque temía que el personal la oyera.
-¿Intentar algo raro? -A Jiang Ning le brillaron los ojos como estrellas-. Si quisiera intentar algo, sería sólo contigo.
¡Bum! ¡Bum! El corazón de Lin Yuzhen latía a mil por hora. Sintió que iba a caerse en los ojos de Jiang Ning. Se miraron mientras el ambiente se volvía más y más apasionado. Lin estaba tiesa y no sabía dónde poner las
manos. Sólo sabía que tenía que cerrar los ojos...
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