—¡Joven amo Lu!
Jin Yang sintió que la sangre se le iba a la cabeza al escuchar esas palabras, ¿qué quería decir con eso? ¿Acaso pensaba ultrajar a su esposa en su propia casa? Estaba rojo de la ira y habló de manera desagradable.
—No es necesario que el joven amo se moleste con eso. —Se levantó y jaló a Liu Yu a su lado, su expresión se oscureció—. Joven amo Lu, si piensa que el vino aquí no es lo suficientemente bueno para beber entonces podemos ir a otro lado.
Lu Xun estaba yendo muy lejos, Jin Yang había cedido una y otra vez, pero Lu Xun seguía cruzando la línea. Si le permitía ultrajarla entonces no podría mantener la cabeza en alto en Shengcheng. Yu Fang quería decir algo, pero ya era tarde.
—Señor Jin, es muy amable. —Lu Xun entrecerró los ojos y lo miró—. Pero insisto en tomar una siesta con la señora Jin ahora mismo, ¿trata de interponerse en mi camino?
Dragón Explosivo levantó la vista de inmediato al escuchar esas palabras, sus ojos rojos estaban llenos de sed de sangre, miraba a Jin Yang quien podía sentir como le temblaban las piernas.
—Jin Yang…
Liu Yu estaba aún más asustada, se aferró al brazo de Jin Yang y estaba a punto de llorar, pero su expresión lastimera sólo causó que los ojos de Lu Xun brillaran con más intensidad, ahora parecía un lobo hambriento. Lu Xun no se molestó en ser cortés, se levantó y jaló a Liu Yu hacía sus brazos, después le propinó pequeñas palmaditas firmes en el rostro a Jin Yang.
—Señor Jin, siéntese y beba con mi tío y no interrumpa nuestra siesta. —Se llevó a Liu Yu a rastras.
Jin Yang era como un pilar de madera sólida, estaba parado allí sin poder moverse.
—¡Jin Yang! ¡Jin Yang!
—¡Ay!
Se escuchó un gemido agudo procedente de una habitación cercana, era obvio que Lu Xun había dejado la puerta abierta a propósito, en ese momento Jin Yang llegó al límite de su furia. No podía dejar de visualizar lo que pasaba al escuchar ese sonido, apretó los puños con fuerza y sus ojos se enrojecieron. No tenía idea del pasar del tiempo, estaba sentado allí en un trance. Lu Xun regresó Después de un tiempo, se acomodaba la ropa mientras caminaba y lucía como si todavía no estuviese satisfecho.
—Señor Jin, usted está envejeciendo y puede que no tenga tanta estamina como antes, así que es muy difícil para la señora Jin. —Suspiró—. Pero no tiene que agradecérmelo.
Jin Yang sintió que la cara le ardía como si hubiera recibido una fuerte bofetada, pero no se atrevió a expresar su molestia e incluso tuvo que aparentar una sonrisa. ¿Había algo aún más difícil de soportar?
Lu Xun se sentó, era obvio que su estado de ánimo había mejorado, se sirvió una copa de vino y miró a Yu Fang.
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