Héroe Retrasado romance Capítulo 262

Muchos comenzaron a entrar en pánico. Observaron al maestro Fu tomar el cuchillo y se imaginaron que esta noche nadie podría salir caminando del club. Probablemente, ese pastel sería lo último que comieran antes de que los ejecutaran.

―Jiang Ning, puedes cortar este pastel.

El maestro Fu se volteó hacia Jiang Ning, que no había dicho ni una palabra. Sonrió y sostuvo el cuchillo frente a él. Todos en el salón estaban aturdidos. Incluso Lin Yuzhen estaba sorprendida. ¿No se supone que el anfitrión siempre corta el pastel? ¿Por qué le pedía a un invitado que lo hiciera? Ella no preguntó, ya que estas ocasiones formales siempre le parecían un poco extrañas. La gente que estaba en el salón también eran extraños. Con excepción de Jiang Ning, todo era extraño.

Jiang Ning permaneció sentado y le causó gracia que el maestro Fu quisiera que él cortara el pastel. Se rio por lo bajo.

―¿No le preocupa que simplemente me lleve todo el pastel?

El maestro Fu seguía sonriendo, pero el resto de los jefes estaban al borde de su asiento. ¡Estaba comenzando! ¿Por fin estos dos tigres iban a pelear? ¿El maestro Fu le iba a ceder Shengcheng a Jiang Ning? ¿O iban a luchar y defender su territorio?

Todos los jefes estaban aterrados.

―Aceptaré lo que decidas. Si quieres, puedes quedarte con todo ―respondió el maestro Fu.

Jiang Ning se levantó y tomó el cuchillo. Miró alrededor y pudo notar que, aunque todos sonreían, no lograban ocultar el nerviosismo en sus ojos. Movió las muñecas y el cuchillo se movió junto con ellas.

―Ya que el maestro Fu quiere que divida el pastel, lo haré.

Sin demora, había cortado una rebanada. De inmediato el mayordomo Zhao llevó un plato. Jiang Ning puso la rebanada en el plato y se lo extendió a uno de los jefes.

―El jefe Lin ha estado a cargo de la parte noroeste de Shengcheng y mayormente hace negocios relacionados con la cultura. Las palabras del pastel son las más adecuadas para ti. Espero que puedas seguir trabajando bien y hagas feliz al maestro Fu.

El jefe Lin no estaba seguro de qué hacer con esta clase de tratamiento. ¿De verdad Jiang Ning estaba repartiendo el territorio? ¿Y la suya fue la primera rebanada? Al instante dejó su copa de vino y caminó con prisa hacia Jiang Ning. Tomó el plato con ambas manos y dijo cortésmente:

―¡Gracias, señor Jiang! Gracias por su apoyo.

―Jiang Ning, te faltó una rebanada.

Lin Yuzhen se dio cuenta de lo incómodo que se veía Zhang Cheng y le dio un golpecito con el codo a Jiang Ning. Claramente había otra persona, así que excluirlo era vergonzoso para él.

―Está bien, señora Jiang. No culpo al señor Jiang. Quizás yo estaba parado muy atrás y no me vio.

Zhang Cheng estaba agradecido con Lin Yuzhen, pero siguió sonriendo y hasta inventó una excusa por Jiang Ning. Ahora no podía estarse quieto.

―Ay, maestro Fu, lo lamento. Soy pésimo para las matemáticas y ahora me falta una rebanada. ―Jiang Ning se dio un golpe en la frente― Qué bueno que mi esposa me lo hizo notar.

―Te faltan dos ―dijo el maestro Fu con una sonrisa―. ¿Acaso no quieres una?