Héroe Retrasado romance Capítulo 289

La colilla se acercaba cada vez más al ojo de Ye Kuang. Esa sensación de ardor hizo que su corazón casi saltara. ¡Estaban locos! ¡Estaban de verdad locos!

—¡Alto! ¡Detente! —gritó Ye Kuang en voz alta.

Pero el hermano Gou no se detuvo. Continuó acercando la colilla del cigarrillo más y más.

—Mi mano no se controla por la voz, ¿sabes?

Movió la colilla del cigarrillo muy lento y Ye Kuang podía ver el tabaco en el interior ardiendo dentro del cigarrillo. Todavía no tocaba su ojo, pero Ye Kuang ya podía escuchar sonidos chisporroteantes en su cabeza.

Trató de resistirse, pero los dos hombres lo sujetaron para que no pudiera moverse en absoluto. Sólo podía ver cómo esa colilla ardiente roja brillante se acercaba cada vez más.

—¡Hablaré! ¡Hablaré!

Ye Kuang cedió al fin. Tenía gran fuerza de voluntad por años de entrenamiento en artes marciales, pero nunca había pasado por algo como esto. ¿Cómo podría soportarlo?

La mano del hermano Gou se detuvo. La colilla de cigarrillo estaba a menos de dos centímetros de distancia del ojo de Ye Kuang.

El hermano Gou frunció el ceño cuando escuchó que Ye Kuang estaba dispuesto a hablar. —¿O por qué no lo aguantas un poco más?

Ye Kuang se estaba volviendo loco.

—¡Hablaré! ¡Lo diré ahora mismo! ¡Mi nombre es Ye Kuang! Mi maestro es Ye Xinhuo. ¡No me puedes tocar! Si te atreves a matarme, ¡mi maestro los borrará a todos!

¡PUM! El hermano Gou lo abofeteó.

—¡Te dije que respondieras a mi pregunta, no que me amenazaras! —agarró el cabello de Ye Kuang y dijo con ferocidad—. No le temo a la muerte. Así que, además de ser golpeado un poco más, amenazarme no tiene sentido, ¿lo entiendes?

Ye Kuang nunca pensó que caería en este estado a pesar de ser el orgullo y la alegría de Ye Xinhuo.

Ahora estaba siendo presionado contra el suelo por un grupo de mafiosos. Estaba enojado. Estaba lleno de odio. Quería defenderse y matar al hermano Gou y al resto, pero no tenía oportunidad de hacerlo y ni siquiera sabía si iba a salir de ese lugar con vida.

—Lo... tengo.

Tenía que comportarse de manera humilde con ellos, de lo contrario estaba muy seguro de que el hermano Gou iba a encajar su colilla en su ojo.

—¿Quién... quién es usted?

Su voz era bastante débil.

Aquellos que no sabían lo que de verdad sucedió la noche anterior podrían haber pensado que estos treinta hombres lo violaron o algo así.

—Mi nombre es Jiang Ning —dijo—. ¿Pediste permiso antes de venir a mi territorio para matar a alguien?

—¿Jiang Ning?

Ye Kuang no tenía ningún recuerdo de este nombre. No había tal nombre en el norte tampoco. Sacudió la cabeza y se rio con frialdad.

—Ahora que sabes quién soy, ¿no vas a dejarme ir? Si mi maestro se entera…

¡PUM! Antes de que pudiera terminar su frase, Jiang Ning le dio una bofetada fuerte y mandó dos de los dientes de Ye Kuang por los aires.