Héroe Retrasado romance Capítulo 329

Eran las diez de la noche cuando llegaron a casa, Jiang Ning y Lin Yuzhen tomaron un baño y se fueron a acostar, era como si nada hubiese pasado en el evento, Jiang Ning no lo mencionó y Lin Yuzhen no comentó al respecto.

—Hora de dormir.

Jiang Ning apagó las luces y estaba a punto de cerrar los ojos cuando Lin Yuzhen se acurrucó junto a él.

—Querido esposo, siento un poco de frío.

Jiang Ning se paralizó por unos instantes ¿Por qué ahora era ella quien tomaba la iniciativa?

—En ese caso, te abrazaré.

Jiang Ning estiró el brazo y rodeó a Lin Yuzhen, El olor de su cabello le hizo sentirse relajado. Había algo diferente en la forma en que ella lo trataba.

—Cariño, ¿en realidad no estás enfadado? —Lin Yuzhen susurró.

Parecía estar preocupada de que Jiang Ning estuviera molesto con ella durante todo el camino a casa. ¿Se acurrucaba en sus brazos para apaciguarlo?

—No estoy enfadado. —Jiang Ning le olfateó el cabello de nuevo y contestó con suavidad—. Nunca me enfadaré contigo.

—Gracias, cariño —respondió Lin Yuzhen con voz suave.

Después de unos momentos de silencio, Lin Yuzhen se movió un poco porque parecían estar demasiado cerca el uno del otro y en realidad no estaba acostumbrada a ello. Jiang Ning no dijo nada, Lin Yuzhen se movió y preguntó.

—¿La familia Yang tiene malas intenciones?

—Si eres demasiado amable, los demás pensarán que eres débil y te intimidarán.

De repente sintió que estaba llevando a cabo un plan para crear una esposa perfecta, y hasta el momento, todo se estaba desarrollando sin problemas. Si podía mantener la personalidad bondadosa de Lin Yuzhen mientras la hacía aún más sobresaliente y perfecta, tan sólo pensarlo era algo hermoso.

—Esposo, entiendo lo que dices, gracias.

Lin Yuzhen se giró de repente, estaba cara a cara con Jiang Ning, sus narices estaban a punto de encontrarse. Jiang Ning dejó de respirar y tragó saliva, Lin Yuzhen estaba pecando, no, lo estaba tentando a pecar. ¡MUA!

—Esto es para agradecerte. —lo besó en los labios con suavidad y preguntó—: No comí helado hoy, pero ¿está dulce?

Jiang Ning sintió que el cerebro le explotaba, maldita sea, estaba a punto de perder el control.