Héroe Retrasado romance Capítulo 352

Yang Xiao se reía como lunática mientras se esforzaba para levantarse. En su rostro no había nada de miedo. De verdad era una demente retorcida.

La expresión de Lin Yuzhen cambió al oír sus palabras.

―¿A qué te refieres?

―Jo, jo, digo que Donghai es territorio prohibido y Shengcheng es igual de difícil. ¿Creen que me habría atrevido a venir sin haberme prevenido?

Yang Xiao se rio con frialdad y miró a Jiang Ning. Quería verlo ponerse nervioso pero que no se atreviera a matarla.

―Mis hombres tomaron a todos los proveedores que trabajan con el Grupo Lin. Si se atreven a matarme, ellos se irán al infierno conmigo.

Lin Yuzhen se puso aún más nerviosa. Jiang Ning no se veía alterado. Esta mujer era muy astuta y mucho más inteligente que todos los jefes de los círculos ilegales que se había encontrado antes. Ella sabía leer a la gente, hacer planes y era una persona muy sagaz. No era de sorprenderse que hubiera logrado crear una red tan impresionante en Jianzhou a pesar de ser una mujer. No era nada fácil de lograr.

―Te subestimé. ―Jiang Ning entrecerró los ojos―. Pero, ¿pensaste que esto era suficiente para amenazarme?

―Ja, ja, ja, claro que no ―se rio Yang Xiao―. ¿Pero y ella? Esta ingenua mujer no puede soportar que otros mueran por su culpa, ¿cierto?

Yang Xiao había investigado con detalle y les sacó información sobre el carácter de Lin Yuzhen a los proveedores de Shengcheng. Era muy fácil aprovecharse de la personalidad de Lin Yuzhen, así que de ninguna manera iba a dejar pasar la oportunidad.

Jiang Ning se volvió y vio que la cara de Lin Yuzhen estaba llena de preocupación y ansiedad. Ella rápidamente sacó su teléfono y les llamó a todos pero nadie contestó.

―Si me dejan ir, ellos estarán a salvo ―Yang Xiao seguía jadeando y todavía le sangraba la boca―. Pero si no, esta mujer tendrá pesadillas durante el resto de su vida por haber sido la causante de la muerte de todas esas personas.

Era malvada, despiadada y astuta. Yang Luolin era mucho más formidable que Yang Luolin. Si la familia Yang la escogía como heredera, sus capacidades crecerían a un nuevo nivel.

―Jiang Ning. ―Lin Yuzhen tiró de la mano de Jiang Ning―. Los socios…

No podía quedarse ahí sentada a verlos morir por culpa suya. Jiang Ning fulminó con la mirada a Yang Xiao y supo que ella había preparado todo tan bien para poder salir con vida aunque no lograra asesinarlos. Era muy sagaz y hasta ahora era la única que de verdad usaba su cerebro. Además, era una mujer. Una mujer loca.

―¿Y bien? ¿Qué vas a hacer? ―Yang Xiao tenía una extraña sonrisa en el rostro. Tenía la cara cubierta de sangre y se veía bastante espeluznante―. Si quieres matarme, adelante.

No temía morir.

―Zhao ―llamó Jiang Ning. El mayordomo Zhao entró con varios hombres―. Llévensela a la frontera y libérenla a cambio de nuestros socios. Si falta uno solo, ella se quedará en Shengcheng.

―Entendido.

Yang Xiao se rio. Su risa era de satisfacción. No había logrado matar a Jiang Ning ni a Lin Yuzhen, pero se reía porque sintió que había ganado. De verdad quiso reírse cuando vio lo bondadosa que se veía Lin Yuzhen.

―En este mundo, lo justo es que cada uno pelee sus propias batallas. ¿La bondad? La bondad es un chiste, ¿me oyes?

Le lanzó una mirada a Lin Yuzhen y se fue echando carcajadas. Era tan arrogante. Mientras tanto, el lado de Huang Yuming se volvía cada vez más intenso. Los diez atacaban a esos dos que estaban en medio. Cada golpe que daban impactaba a los hombres y eran tan feroces como podían.

¡PAM!

El hermano Gou golpeó a uno de ellos y ambos retrocedieron. Los dos lados se quedaron parados frente a frente y nadie se movía. Sin embargo, Huang Yuming podía darse cuenta de que aún no habían usado todas sus fuerzas.

Uno de ellos recibió un mensaje de texto. Después de leerlo, entrecerró los ojos y dijo:

―No los mataremos hoy. Más les vale que estén muertos la próxima vez que los veamos.