Héroe Retrasado romance Capítulo 379

—Jiang... ¡Jiang Ning!

La voz de Yan Chong temblaba y se arrodilló con un golpe. No pudo llamar al teléfono de Yang Xiao antes, así que vino corriendo hasta aquí para decirles que corrieran, pero Jiang Ning llegó antes que él.

Estaban condenados. ¡Todos estaban condenados!

La imagen de cómo los tigres habían sido masacrados por Jiang Ning antes comenzó a repetirse en su mente una vez más.

¡Ese demonio que se había arrastrado desde las profundidades del infierno estaba ahora sentado frente a él!

Yan Chong de repente comenzó a reírse como tonto y había un olor terrible viniendo de sus pantalones.

Las expresiones de Yang Huang y Yang Xiao cambiaron. No sabían por qué se había puesto así Yan Chong. ¿Por qué estaba tan aterrorizado al ver a Jiang Ning? De verdad se orinó en los pantalones.

La garganta de Yang Huang se secó mientras Yang Xiao miraba a Jiang Ning. Sus palmas se sentían un poco frías y comenzaron a temblar.

—¡Este es Jianzhou! Los cinco tigres de Jianzhou...

—Están muertos —Jiang Ning terminó su oración con calma—. Los maté.

El cuerpo de Yang Xiao se estremeció con violencia. Yan Chong temblaba aún más. ¡Habían sido asesinados delante de él! ¡Eso fue aterrador! No pudo evitar temblar de nuevo cuando repitió esa escena en su mente.

—El círculo ilegal de Jianzhou... todos los peleadores fuertes se han ido —continuó Jiang Ning—. Su gente, sus hombres. Todos los que tienen alguna habilidad ya no están de pie. ¿Estás sintiendo desesperación ahora?

Jiang Ning miró a Yang Xiao y vio su expresión endurecer con lentitud y llenándose de incredulidad.

¿Todos habían muerto? ¿Lo mejor del círculo ilegal de Jianzhou se había ido así nomás? ¿Cuándo pasó eso? ¿Cómo hizo Jiang Ning eso? ¿Cómo era posible?

Yang Xiao sintió que su cuerpo se entumecía. No lo podía creer. Miró a Yan Chong, quien seguía temblando, al igual que sus labios mientras murmuraba:

—Están todos muertos... todos muertos...

¡PUM!

—¡AH! —Yang Xiao gritó mientras volaba. Se agarró la cara y aullaba de dolor.

—¡¿Qué intentas hacer?! —Yang Huang corrió de inmediato para protegerla, pero Jiang Ning lo pateó y lo envió volando sin siquiera mirarlo.

—¿Trataste de dañar a mi mujer? ¡Incluso si fueras un dios, te mataría! —Jiang Ning escupió con frialdad.

Yang Xiao no pudo decir nada. Su mandíbula estaba torcida, se acurrucó en el suelo y temblaba.

Yang Dong y Yang Huang tenían la cara pálida. Además de miedo, todo lo que tenían era arrepentimiento. Por qué... ¿por qué ofendieron a Jiang Ning? ¿Por qué el estúpido de Yang Luolin ofendió a Jiang Ning en primer lugar?

Yang Dong incluso sintió de repente que Yang Luolin merecía morir. De verdad lo creía.

Si no hubiera estado cerca, la familia Yang nunca habría ofendido a una persona tan aterradora y no serían aniquilados en ese momento.

—Después de esta noche, la familia Yang de Jianzhou ya no existirá —declaró Jiang Ning.