Héroe Retrasado romance Capítulo 389

La recepcionista estaba muy emocionada y sacó a toda prisa un bolígrafo y una hoja de papel.

—¿Podría... podría darme su autógrafo?

¿Ye Qingwu? ¿La que cantaba la canción «Deseo»? Lin Yuzhen se quedó atónita al escuchar ese nombre, miró a la joven que tenía delante, a la que no hace poco se le habían caído los lentes de sol del susto que se había llevado. ¿En realidad era Ye Qingwu, la cantante de «Deseo»? Lin Yuzhen sintió que el mundo era muy pequeño, acababa de recomendarle esa canción cuando estaban en el coche e incluso había dicho que era probable que la cantante fuera una persona desdichada. De repente sintió que había cometido un terrible error.

Ye Qingwu no dijo nada y le indicó a la recepcionista con un gesto que no hiciera demasiado ruido, tomó el bolígrafo y el papel, lo firmó y se lo devolvió. La recepcionista apenas podía contener su emoción, pero se mantuvo callada porque sabía que eso iba en contra de la política de la empresa, así que enseguida ayudó a Ye Qingwu a entregar la habitación.

—¿Eres Ye Qingwu? —El rostro de Lin Yuzhen estaba sonrojado y le daba un poco de vergüenza preguntarle.

—Así es. —Ye Qingwu intentó no reírse al ver la expresión de Lin Yuzhen—. No era mi intensión ocultártelo.

—Lo sé, los famosos tienen que pasar desapercibidos siempre que salen, de lo contrario sus admiradores los acosarían.

—Pero tú no me reconociste para nada.

Ye Qingwu estaba un poco triste, ella era bastante famosa e incluso la recepcionista del hotel la reconoció de inmediato, pero Lin Yuzhen no tenía ni idea. Por otra parte, como directora del Grupo Lin, era probable que estuviera muy ocupada y sólo escuchara música pop mientras estuviera en el coche y no tuviera energía para prestarle atención a los cantantes o celebridades.

—Yuzhen, gracias por preocuparte por mi lesión, pero no puedo ir al club contigo. —Ye Qingwu fue directo al grano—. Tengo algo urgente que atender y tengo que irme de Donghai ahora mismo, pero puedes solo enviarme a la terminal de autobuses.

—Podemos tomar el té ahora mismo —dijo Lin Yuzhen.

Ye Qingwu se quedó atónita, ¿no había sido lo bastante clara hace un instante? Estaba en problemas, en serios problemas. El joven amo Su no era alguien a quien Lin Yuzhen y una empresa de una pequeña ciudad pudieran permitirse ofender, eso implicaría el fin del Grupo Lin.

—Yuzhen, como lo acabo de decir, no puedes permitirte ofender a esa gente. No lo hagas solo por mí.

Ye Qingwu comenzó a ponerse nerviosa, Lin Yuzhen quería protegerla, así que con más razón Ye Qingwu no podía arrastrarla junto con ella.

—Mi esposo dice que… —Lin Yuzhen sacudió la cabeza, su rostro reflejó mucho orgullo—. no hay nadie a quien no pueda ofender en Donghai.