-No cumples los requisitos para saberlo -Jiang respondió sereno—. Es la tercera vez que ocasionas problemas aquí.
Ya le había advertido a Hei Hu, pero no hizo caso. Si esto fuera una guerra, Jiang no le hubiera dado ningún respiro y lo hubiera eliminado rápido.
—¡Hum! Muy confiado, ¿verdad? ¿Dónde está Yuming? ¡Dile que salga a enfrentarme ahora!
Hei Hu inconscientemente retrocedió. Sentía una enorme corazonada de que este hombre frente a él era del que le habló Huang Yuming. ¡Era muy arrogante!
Jiang lo ignoró. Echó un vistazo a Hei Hu y su voz se tornó fría.
—Eres el primero en Donghai que no sabe lo que le conviene.
De repente realizó su movimiento, era demasiado rápido, como el paso de una sombra. Todos estaban sorprendidos.
¡PUM!
Un golpe fuerte se escuchó y el suelo pareció temblar.
Después se escuchó el sonido de un grito espeluznante:
-¡Aaaaah!
Ambas piernas de Hei Hu se doblaron, cayó y sus rodillas se clavaron en el suelo. El dolor hizo que su rostro se tornara tan pálido como el de un muerto. Intentó usar sus manos para apoyarse y ponerse de pie, pero no pudo mover las piernas. Estaban fracturadas y entumecidas. Ya no podía moverlas. Además del inmenso dolor, no pudo sentir nada más.
—Esto es apenas un pequeño castigo -Jiang bajó la mirada hacia Hei Hu—. ¿Aceptas tu derrota ahora?
Hu apenas podía respirar, su rostro estaba colorado. El dolor intenso hizo que su mente estuviera más alerta. Fijó la vista hacia Jiang Ning. No esperó que él se moviera sin aviso, además era muy fuerte. ¿Cómo pudo hacerlo? Ni siquiera vio cómo pasó, ¿cómo podía haber reaccionado? ¿Era este el hombre que Yuming le dijo que no se atreviera a ofender? ¿Cuándo apareció en Donghai este hombre aterrador?
El hermano Gou y otros hombres recogieron a Hei Hu y lo aventaron como a un perro muerto. Ningún hombre del bando de Hei Hu se movió. Se percataron de que estaba inconsciente y su rostro estaba bañado en sangre, por lo que mejor lo cargaron cuidadosamente hasta el carro y huyeron despavoridos.
Los vándalos en la construcción estaban congelados al ver lo sucedido. Sabían que Jiang Ning era formidable, pero no esperaban que estuviera tan loco. ¡Ese era Hei Hu! Era conocido en los círculos ilegales de Donghai por ser un hombre salvaje, y aparentemente también había matado a personas antes, pero Jiang Ning miraba a Hei Hu como si fuera un perro inmundo. ¿Cuán poderoso era este hombre?
-Hermano Gou, ¿quién es él? -Uno de los pandilleros no pudo resistirse a preguntar-. ¿Cuándo apareció este hombre en Donghai?
—¿Quién es? -resopló Gou—. No cumples los requisitos para saber para saberlo. Todo lo que puedo decir es que no lo ofendan.
Ni siquiera el hermano Gou no sabía quién era Jiang Ning. Sólo sabía que incluso Huang Yuming tenía que ser cortés con él.
El lugar se quedó mudo. Poco después, todos volvieron a trabajar en silencio. Antes habían pensado en defenderse, pero después de presenciar las poderosas patadas de Jiang, todos esos pensamientos se desvanecieron. Este movimiento de Jiang Ning sorprendió a todos hasta la médula.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Héroe Retrasado