No obstante, las dos mujeres sabían que a Jiang realmente no le faltaba dinero en efectivo.
-Mamá, no te quedes ahí parada, pruébate la ropa. -Jiang Ning sonrió mientras empujaba suavemente a Su Mei hacia el probador.
Lin Yuzhen hizo un puchero.
-Jiang Ning, mi madre no quiere que te quedes sin dinero.
-Mi querida esposa, eres tan mezquina. -Jiang Ning la miró-. ¿Comprar ropa para nuestra madre se considera una pérdida de dinero?
La cara de Lin Yuzhen se puso roja, se molestó porque la había llamado mezquina. Ella simplemente no era tan rica como Jiang Ning. Su Mei se probó un vestido y salió y Lin Yuzhen se asombró de inmediato.
-¡Mamá, te ves muy bien!
Su Mei era bonita cuando era más joven y todavía lo era. Entonces, con un vestido nuevo y de la talla correcta se acentuaba más su belleza.
-¡Qué hermosa! -Jiang Ning no pudo evitar cantar alabanzas-: ¡Mi mamá es tan hermosa y mi papá es un suertudo!
La cara de Su Mei se puso roja porque los elogios de sus hijos la hicieron sentir tímida.
-¿En verdad se me ve bien?
-¡Muy bien! -Jiang Ning continuó-:Te garantizo que después de que papá vea esto, se le saldrán los ojos.
La cara de Su Mei ahora estaba tan roja como una manzana y llena de encanto. Después de que terminaron en la tienda, la vendedora usó ambas manos para llevar todas las bolsas de sus clientes. No iba a permitir que un cliente importante como Jiang Ning llevara más de diez bolsas él mismo.
-Puedes salir del trabajo por el día, te contrataré para que me lleves las bolsas. ¿Diez mil dólares son suficientes?
Jiang Ning todavía quería comprar ropa para Lin Yuzhen y Lin Wen, y también quería comprar algunos cosméticos y suplementos, por lo que no parecía suficiente tener a una sola persona.
Se dio la vuelta y vio que los pocos que lo seguían detrás corrieron rápido hacia él.
-Jefe, ¿todavía necesita a alguien que cargue sus bolsas?
Jiang Ning sintió que tenía que conseguir un auto diferente. La cajuela de ese BMW inútil era demasiado pequeña y ni siquiera cabían todas las cosas de su primera compra.
Cuando regresaron a la finca, la cara de Su Mei todavía estaba algo sonrojada. Ella entró a la casa primero mientras Jiang Ning y Lin Yuzhen se tomaron su tiempo para llevar todas las demás cosas del auto a la casa.
Clac.
Lin Wen estaba descansando, pero miró hacia arriba cuando oyó la puerta.
—Querida, ¿han vuelto?
Cuando vio a Su Mei cruzar la puerta, quedó completamente atónito. Incluso dejó de respirar. Tenía los ojos muy abiertos, como si lo hubiera aturdido con su gran belleza.
-Pruébatelos más tarde, ¿de acuerdo?
Había bolsas con suplementos, cosméticos e incluso algunas cosas que Lin Wen no sabía qué eran. Luego vio una pequeña caja y su rostro se puso rojo de inmediato. ¿Por qué había comprado esas cosas? ¿Él y Yuzhen ya habían llegado a esa etapa? ¡Eso era demasiado rápido!
—Es para que lo usen tú y mamá.
Jiang Ning se la pasó y Lin Wen se la metió rápidamente en el bolsillo. Miró a Jiang Ning y su rostro se puso completamente rojo.
-¡Pequeño travieso! -La cara de Lin Wen estaba toda roja y su voz se convirtió en un susurro.
Estaba a punto de decir más, pero Su Mei se había puesto su ropa habitual y salió de la habitación para preparar la cena. Lin Wen no dijo nada, pero con los ojos le preguntó a Jiang Ning si Su Mei lo había visto comprar eso. Jiang Ning usó los suyos para responder: «No». Estos dos hombres habían desarrollado una química tan buena en tan poco tiempo.
Después de guardar todo, Jiang Ning entró en la habitación y vio a Lin Yuzhen en el escritorio ocupada llevando registros. Cuando echó un vistazo a lo que estaba escribiendo, no supo si reír o llorar.
-¿Estás llevando registro de cuánto gastamos?
-¿Qué? -Lin Yuzhen rápidamente usó sus manos para cubrir lo que estaba haciendo-, ¿Por qué no tocaste antes de entrar?
-¿Por qué tengo que tocar antes de entrar en mi propia habitación?
-¡¿Y si me estuviera cambiando?!
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