¡PLAS, PLAS, PLAS! Todos comenzaron a aplaudir cuando Lin Wen y los demás entraron al salón principal de las oficinas.
-¡Le damos la bienvenida al presidente! -gritó Huang Yuming.
—¡Le damos la bienvenida al presidente! —la multitud gritó al unísono.
Huang Yuming se acercó y se dirigió a ellos con felicidad:
-Atención todos, quiero anunciarles que esta empresa cambió oficialmente su nombre a Grupo Lin, Lin Wen será el presidente y Lin Yuzhen será la gerente general, en cuanto a mí, finalmente completé mi misión así que me puedo retirar con honor.
Todos entendieron en ese momento, Huang Yuming había estado trabajando para Lin Wen todo ese tiempo, ¡vaya sorpresa!
—Todos los asuntos relacionados con la empresa serán manejados por el presidente Lin Wen, así que espero que todos ustedes cooperen para que esta empresa sea mejor de lo que ya es.
Había entregado la empresa oficialmente, rodó a Lin Wen al frente y todos aplaudieron.
—Gracias a todos. —Lin Wen estaba conmovido y emocionado al mismo tiempo, no sabía qué decir; miró a Jiang Ning, quien asintió con la cabeza, así que continuó -. No los defraudaré, trabajaré duro para mejorar la empresa para que todos aquí puedan tener una mejor vida.
Hubo más aplausos. La ceremonia de entrega no fue complicada ya que todos los requerimientos habían sido completados de antemano. Para los trabajadores no había más diferencia que el cambio de dueño, así que no fue una molestia. De cualquier manera, Huang Yuming no intervenía en su manejo antes de esto así que mientras Lin Wen mantuviera todo igual y les permitiera hacer sus respectivos trabajos sería suficiente.
Cuando Lin Wen vio su recién renovada oficina se giró con
Huang Yuming para agradecerle:
-Yuming, mi hermano, de verdad que no sé cómo agradecerte.
Esta empresa era de Huang Yuming pero se la dio voluntariamente, le estaba haciendo un tremendo favor pero cuando escuchó que lo llamó «hermano» respondió de inmediato:
El semblante de los cincuenta hombres cayó, Jiang Ning fue muy lejos al despreciarlos de semejante manera. Todos ellos eran hombres preparados por Huang Yuming, y a pesar de que no habían luchado en todos estos años, estaban seguros de que eran iguales o mejores que otros y sólo necesitaban una oportunidad para demostrar lo que podían hacer, pero ahora un hombre había aparecido de repente frente de ellos y les hablaba en semejante tono. ¿Tolerarían esto?
—¿Con qué derecho dices esas cosas de nosotros?
Uno de ellos se paró derecho y habló con frialdad:
-Nosotros sólo obedecemos al director Huang, y en todo caso ¿quién eres tú?
Huang Yuming miraba de lejos, y maldecía por dentro. Ese chico era muy atrevido para su propio bien. ¿Cómo podía hablarle de semejante manera al gran jefe? De no ser porque Jiang Ning le pidió que permaneciera escondido, le hubiese dado una dura patada a ese sujeto por ser tan grosero.
No lo podía entender, Jiang Ning tomó su empresa y dejó a Lin Wen como el presidente y a Lin Yuzhen como la gerente general, pero él se autonombró jefe de seguridad. Esa posición no era digna de él por ningún motivo, pero fue su decisión así que no lo cuestionó.
-Director Huang, ¿qué cree que el gran jefe está tratando de hacer? —El hermano Gou estaba parado junto a él sin poder entender lo que estaba pasando-. Todos esos hombres son nuestros mejores peleadores y ¿el gran jefe no cree que sean gran cosa?
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