ARREPENTIMIENTO
MONICA
Después de ir a retocarme el maquillaje, me dirigí a la fiesta, la cual cuando llegue me saludaron varios que ni siquiera sabía quiénes eran, cuando llegue con los novios los felicite y le dije a la novia que me robaría a el novio un segundo, ella acepto ya que estaba saludando a sus primas, lo aleje un poco de todos y le dije:
-Veo que han recibido muchos regalos- el solo me miro confuso.
-Si- se rio rascando su nuca- y de que querías hablar- yo solo sonreí.
-Bueno como veras yo no traigo regalo en mano y es porque tú tienes dos opciones que solo puedes escoger una- el solo asintió.
-Y ¿Cuáles son?- se veía curioso.
-la primera puedes elegir un auto último modelo de agencia, del color que quieras y con un precio mayor a medio millón de dólares- hice una pausa.
-¿Y la otra?- no se veía convencido.
-O podrías ser el director y el que manejaría mi empresa en Leeds, además el sueldo es de veinte mil euros la quincena, claro que te tendrías que mudar haya- el habré los ojos y me mira sorprendido.
-Tranquilo, tómatelo con calma y platícalo con tu mujer, te dejo para que lo medites- me giro yéndome a sentar a una mesa, en el transcurso a la mesa me doy cuenta que soy observada por unos ojos cafés y son de Maxwell, cuando lo miro el no quita de mi su mirada, yo se la sostenga hasta que Daisy habla y el voltea.
Pasa un rato en el cual yo he estado sentada, aburrida y tomando vino, hasta que veo una mano enfrente de mí, levanto mi vista y veo a un hombre de aproximadamente treinta años con unos bonitos ojos verdes.
-¿Quisiera bailar conmigo? señorita- yo solo asiento y cojo su mano.
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: incitame a pecar