BRUJA LOCA
MONICA
Estoy en casa, que raro suena eso, con Maxwell, estamos sentados en el mueble viendo una película, él me está abrazando por los hombros y yo tengo recargada mi cabeza en su pecho escuchando su corazón, en el cual siento que es el lugar que estoy más protegida pero me separo y le pregunto algo que desde ayer me está carcomiendo.
-Ya ves que ayer en la subasta estábamos platicando con un grupo de personas- asiente- ¿conoces a la rubia?- él se pone un poco nervioso y no sabe que decir.
-sí, Zara es socia de una de mis empresas, era una de las mujeres que siempre se quería meter conmigo, hasta llegar yo diría a la obsesión, al principio era divertido pero luego fue... excesivo y no te lo niego a veces lo hacíamos pero yo desde el principio le dije que solo era solamente sexo pero tuve que alejarme de ella ya que ella quería mucho más que solo sexo- dice sin verme a la cara.
-¿Porque preguntas?- me mira y toma mi mano la cual estaba en mi regazo.
-Es que ayer ella me estuvo diciendo muchas palabrerías que no vale la pena recordar y es la que me hiso el arañazo- aprieta mi mano.
-¿te intimido?- me rio y alzo una ceja con tanta diversión.
-¿Tú crees que alguien llegaría a intimidarme algún día? la persona que me llegue a intimidar no existe- niega riendo- quería intimidarme no lo niego pero creo que la que quedo sin palabras fue ella.
-Eres todo un caso, pero así me encantas- le sonrió, el me vuelve a pegar e su pecho a lo que me acurruco.
-Tú también me encantas pero esa bruja rubia está loca algo me dice que ella no se quedara en paz y que ara todo para separarnos deberías de haber guardado bien tu miembro o sacarlo con mujeres buenas, no que todas las que te acostaste son unas arpías- él toma mi barbilla para que lo vea a la cara y me da un beso, luego sonríe.
-Tranquila aun no es hora- va dejando besos en todo mi abdomen hasta llegar a mi botón dándole un beso para luego morderlo a lo que yo gimo fuerte, se queda hay un rato pero cuando me voy a venir él se separa con una sonrisa a lo que lo miro enojada.
-Eres mi postre favorito- yo lo miro mal, él se acerca a mi oído y me susurra.
-Tranquila amor que esto apenas inicia- me besa dándome a probar mis propios fluidos.
Separa un poco más mis piernas y entra de una estocada en mí, gimo en su oído y el sube cada vez más el nivel de las estocadas a lo que nos corremos a la par el gruñe en mi oído y me besa.
-Tranquila amor- en un ágil movimiento me voltea quedando boca abajo y levanta mis piernas, se posiciona detrás de mí y entra, en esta posición se siente más su gran miembro, a lo que gimo más, él toma mi cabello en una coleta y lo hace para atrás sin hacerme daño haciendo que me arquee, continua las penetraciones, me corro entre gemidos y el acelera más las penetraciones hasta que se corre dentro de mí, sale de mi interior y yo me acuesto en la cama agotada y el me jala de la cintura para quedar pegada a él, yo me recuesto mejor en su pecho pasando mi mano por este, el me hace caricias en mi espalda hasta quedar dormida.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: incitame a pecar