IntensaMente (COMPLETO) romance Capítulo 18

D I E C I S I E T E

AARON LOVECRAFT

Quise demostrar que ella no era nada mío y menos que sentía algo por ella.

Se le ocurrió a Shadia la gran idea de invitarla, era mi momento perfecto de demostrar que no era nada mío, pero no, llevó a Venecia. Cuando la ví todo se vino abajo, ví la sonrisa de mi madre y fue una batalla perdida.

Esa niña me volvía loco con su locuras y ocurrencias, había llegado a mi límite y exploté, esa noche le dije que se largara que no pertenecía a mí familia cuando ya era parte de ésta.

Mi madre me obligó a pedirle que se quedara.

Me sabotio la noche con Stefanía, tenía la necesidad de estar con una mujer tenía tiempo desde que estuve con ella que mi amiguito no veía acción, cada vez que tenía una oportunidad ocurría algo que dañaban mis planes, directa e indirectamente la culpa es de ella y cuando ella me sabotio; ok, me sabotio todo en el momento que nos acostamos, no he podido dejar de pensar en ella, en todo ella para ser franco.

En su piel delicada, de tez pálida, esos ojos que muestra diversión me vuelve loco, mi sensatez, sobriedad, mi seriedad, llámenme cuadriculado, todo se va al carajo con ella, es que me deja pensando cosas vanas a mi parecer y me muevo cuál títere, dejandome a mi pensar una persona sin carácter que se deja dominar por otra.

La vi en el lago, se sumergía y era hermosa, con la luz de la luna y no pensé, ya estaba envolviendola con mis brazos, la hice mía otra vez.

No se que hace conmigo, me manipula involuntariamente, me vuelve loco.

Dejé a Stefanía en su casa, ella se insinuó, en otro momento de la historia, no lo hubiera ni pensado y me la estuviera cogiendo, pero no, sólo pensaba en ella, en querer tenerla a ella y a ningún otra... simplemente estoy enloqueciendo haciendo cosas que no hacía, sólo por una mujer.

Todo lo que rodaba en mi cabeza tiene nombre y es Venecia.

El lunes en el trabajo tenía una reunión con todos los directivos de la empresa, ya que cerrariamos un proyecto.

Entro a la sala de reuniones y faltaban directivos.

Busqué con la mirada y ví quien era.

—Uzcategui, la reunión está programada para las nueve, falta dos directivos... ¿qué pasó con Arthur y Blake...? —miro mi reloj.

—Ellos tuvieron un altercado —dice mi secretaría— algo con una trabajadora...

Me levanto y tomo el ascensor.

Quedo en el área de construcción y veo a América con su trabajo.

—América ¿qué pasó con Arthur...? —llego agitado y acomodando mi corbata que no me dí cuenta que venía casi corriendo.

—Señor... Venecia está detenida y no han podido sacarla. Los abogados no pueden hacer nada.

—¿Por qué...?

¿Detenida? ¿Ahora qué hizo esa niña?

—Su abuelo la denunció...

Y todo se me nublo, ¿que le pasa a ese viejo?

—¿Me puedes conseguir el número del señor Kipling?.

—Un momento...

Me dió su número y hablé por teléfono con él.

Me dió una dirección, la zona es lujosa ¿como permite que su nieta viva en un edificio que se cae sólo y ellos tienen esas comodidades?

—Buenos días... —dije cuando este me abrió la puerta.

Me hizo pasar a su despacho.

—Como verá mi único motivo es Venecia... —se le formó una sonrisa y no amigable, vil.

—Imagino... ¿y que me tiene que decir?.

—¿Que hay que hacer para que quite la demanda...?  —fui directo al grano.

—Ella debe casarse con Walcott y queda libre... ¡sólo eso!, hablé con ella pero está renuente...

Casarse. Si se casa que será conmigo...

—Y la razón de casamiento es para mantener financiamiento... —fue más una afirmación.

—¡Exacto...! usted es muy inteligente... —este viejo se burla de mí.

—Ok, le pagaré una cantidad que  mantendrá su economía y podrá expandirse sin compartir con el apellido Walcott, pero con la condición de que ella quede libre de todo sus asuntos legales y si es posible de ustedes...

—Nos estamos entendiendo... ¡pido una cantidad de  nueve ceros...! —canalla

—Se lo daré, la quiero fuera de todo esto y ni quiero saber qué se acerca para molestarla incluyendo al tipejo aquel...

—¡Trato...!

Me fui a la delegación a buscarla, encontré a Arthur con Shadia y estaba Ethan con una señora de cabellera gris muy parecida a Ariel, estaba el fiscal que la saludó en la cena benéfica.

Llegue y todos me vieron más porqué estaba con el desgraciado de Jacob Kipling.

Le hice firmar un documento en acuerdo a lo que hablamos dejando a Venecia libre de cualquier demanda.

—¿Que haces aquí? —preguntó confundido Arthur junto a Ethan.

—Vine a sacarla... —me limité a decir.

—Nosotros no hemos podido con los mejores abogados de Ontario y ¿tú vienes a sacarla? —dijo con sorna Arthur.

—Si... —dije con superioridad.

Levanté la vista y la ví salir, al instante se abrazo con la señora que estaba junto a Ariel. Vio a todos en el lugar y su vista se posó en mi.

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