IntensaMente (COMPLETO) romance Capítulo 22

V E I N T I U N O

Luego de un maravilloso día de cumpleaños, el sábado mi nueva familia se reunió a celebrarlo. Me sentí amada. Era algo nuevo. Todo va de viento en popa.

Sigo peleando con Aaron, cada día me quiere en su casa y dice que la mía es muy insegura.

Que es más probable que el viento la derrumbe un día de estos.

Quizás tenga razón pero quiero demostrarle que lo quiero no por sus bienes.

Hoy iremos a revisar un terreno que lleva tiempo sin ser poblado.

Según los ingenieros, hay túneles subterráneos que conducen a otras áreas y que necesitan mantenimiento.

Estoy con mis vaqueros, mi franela cómoda esperando a que mi Bob Construye venga.

Aaron con su Aston Martin, me lleva a las afuera de Toronto.

—Es un poco alejado, más que todo, boscosa.

—¿Que piensas hacer allí?

—Algunas estructura irían a un museo por su antigüedad y luego levantarlo para hacer un conjunto residencial, ya que la zona es turísticamente llamativa.

—Uno de los ingenieros dijo que era antes una zona de guerra.

–Amor. Siglos pasados... —soltó una risa ante mi dato random.

—Igual me da miedo... —fruncí el ceño pensando, podríamos encontrarnos muchas cosas allí.

—¿Piensas que vendrán unos de los soldados ingleses a buscarte...? —se carcajea.

Mi mala cara hace que deje de reír.

—Si viene un soldado le digo que te lleve a ti primero... —me cruzo de brazos.

Él sólo se ríe por mi acto infantil

Nos bajamos en una zona llena de remolques de la empresa.

Algunos ya están trabajando.

Aaron me pasa el casco y los lentes de seguridad.

Hay varias estructuras caídas.

El olor a la naturaleza es fuerte en esta zona.

Camino por una estructura en forma de iglesia que llamó mi atención.

Hay marcas en las paredes.

Hay una mesa con varios planos, mi asiático toma mi mano y me hace pasar.

Están discutiendo cómo proceder en el área y yo me pierdo en las marcas de las paredes.

Todo lo que toco se deshace en mis manos. La antigüedad se huele en el lugar.

Sus brazos me rodean— ¿Que piensas?

—Lo ruino que está el lugar.

—Para eso estamos aquí.

Camina a mi lado curioseando el área, hay otros cuartos en el otro extremo.

Algunos toman fotos, otros escriben.

¿Tan importante es es lugar?

Siento a Aaron atrás, y sigo mi camino hacia otra habitación más, pero es imposible, quedé suspendida en el aire y luego de soltar un grito acompañado con el de Aaron caigo y empiezo a rodar en tierra hasta que una pared me sostiene.

¡Rayos...! mi columna.

Miro alrededor y todo está oscuro.

—¿Aaron...?

Lo primero que dije.

—¿Estas bien pequeña?

—¿Donde estás?  —le contesto con otra pregunta.

El enciende su celular. Y me encuentra, él está en el otro extremo.

Me hala y revisa mi cuerpo y luego alumbra hacia el techo por donde caímos.

Está oscuro y ni con el celular se vé.

—No hay señal.

—Tampoco tengo —digo cuando reviso el mío que sufrió con la caída y la esquina de mi iPhone se quebró.

Miramos a los lados y encontramos dos caminos. Derecha e izquierda.

—Tín Marín de...

—No juegues con la suerte... —me quejo— tomemos la derecha.

—¿Por qué no mejor la izquierda...?

—Mejor derecha...

Ahora peleamos por cual tomar.

—Izquierda...

—Derecha...

—Yo tomaré la izquierda, Venecia —regresó el asiático mandón.

—Yo tomaré la derecha Aaron Lovecraft, Ok.

Cada quien tomó su camino.

El túnel está sujeto de puras maderas. Las paredes son firmes pero cada vez que camino cae arena con el sonido de mis pisadas.

No se cuanto duré caminando pero me encontré con él. Los túneles se unían formando uno solo.

Aún mi molestia seguía porque Aaron me dejó tomar el camino sola.

Coincidimos y seguimos juntos el caminito.

—¿Estas molesta?

—No.

—¿Segura?

—¡Si...! —chillé

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