—Mira los pocos que dibujé. Regresa y revisa los datos nuevamente —diciendo empujó directamente el archivo.
La gerente, Candela Alvarado se sorprendió, tomó el archivo y lo miró con atención. Su voz era un poco suave,
—He revisado estos datos.
—Recalcúlalos. —le respondió frunciendo el ceño.
Santiago dijo con poca paciencia. Vanesa quería reír. Afortunadamente, Santiago estaba impaciente con ella antes, pero aún podía aguantar un poco para hablar con ella con buena actitud, lo cual no era nada fácil.
Candela estaba un poco avergonzada y pidió perdón, tal vez porque fue negligente, y luego se fue apresuradamente con el archivo.
Vanesa frunció la boca y negó con la cabeza lentamente,
—Te veo así ahora, y de repente siento que no fuiste muy malo conmigo en el pasado.
—¿Fui muy malo contigo? —Santiago se sorprendió por un momento, dejó las cosas en sus manos mirando a Vanesa muy seriamente.
Vanesa se rió,
—Guapo, ¿no lo sabes tú mismo? ¿Todavía te sientes bien contigo mismo y pensar que eras bueno conmigo antes?
Santiago no sentía que fuera bueno con Vanesa, pero tampoco sentía que fuera tan malo con Vanesa.
No le gustaba Vanesa, pero tampoco quería maltratarla a ella. Le daba suficiente dinero a ella todos los meses, aunque Vanesa no gastó mucho. Además, nunca se metió en los asuntos de ella, lo que le dio suficiente espacio privado. Pero de vez en cuando, había hablado con su madre en privado para que no molestara a ella.
Sentía que lo que había hecho se consideraba suficiente.
Vanesa estaba sin palabras mirando a Santiago.
Quizás la diferencia física entre hombres y mujeres marcaba una gran diferencia en psicología.
Las mujeres esperaban que los hombres pudieran cuidarlas en todos aspectos, pero los hombres pensaban que era suficiente pensar en una cosa por las mujeres.
—En realidad, no estaba nada feliz en su casa, en absoluto —Vanesa bajó la mirada y pensó durante mucho tiempo antes de decir.
Realmente ella no entendía lo que había pensado antes. Por un hombre que no la quería, ¿cómo había sido ser humillada así? Simplemente no tenía ningún sentido.
Santiago miró a Vanesa, no sabía qué decir.
Vanesa nunca había dicho estas palabras antes. O ella había dicho algo, pero él no lo escuchó con atención.
—¿Para qué digo esto? Ahora puedo conocer a muchos hombres. Tú ya no eres importante. Voy a olvidarte. Voy a olvidar las cosas pasadas —diciendo agitó la mano y sonrió.
Santiago apretó un poco los labios,
—Tal vez no lo hice bien antes, así que espero que alguien pueda tratarte bien en el futuro.
—Claro, si quiero buscar a otro hombre en el futuro, en primer lugar, eliminaré los hombres como tú. En segundo lugar, quiero encontrar a alguien que me trate de todo corazón y me dé mucha importancia.
Especialmente ahora ella era rica y hermosa. Esta no sería una tarea difícil en absoluto.
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