Jefe Atrevido: Amor Retardado romance Capítulo 173

Poco después, Adam se levantó para marcharse.

Lo miró Vanesa con una sonrisa suave,

—Buenas noches, Adam.

Apenas terminó sus palabras, Adam se marchó.

Luego Santiago dejó de comer también porque se quedó incómodo verla a Vanesa comer de manera tan bárbara. Estaba sentada en la silla con las piernas cruzadas, pero comió sin los guantes desechables, y al alrededor de su boca estaba lleno de aceite y los pedazos de carne. Así que entonces Santiago apartó sus miradas.

«¿No podrá comer más elegante?»

Sin darse cuenta de sus miradas antipáticas, Vanesa le preguntó directo,

—Por cierto, ¿qué le has dicho a Lidia?

—Cosas de la cooperación. Hay algo incorrecto en el contrato y como la encontré por casualidad, tardé un poco en charlar con ella —dijo Santiago.

Vanesa asintió con las miradas fijas en la comida y se calló de pronto, mientras Santiago se levantó,

—Ya estoy lleno. Voy a descansar.

—Vale —dijo Vanesa sin levantar sus miradas.

Vanesa ya no estaba en el comedor, y todo estaba limpiado y ordenado, hasta entonces Santiago se sintió cómodo y se fue a la cocina. Con una botella de agua en la mano, cuando iba a subir a las escaleras, vio las joyas en la mesa.

«Son valiosas y las elegí todas yo mismo, pensé que le interesaban, pero resulta que no».

Las cogió y guardó en la mesa de su habitación, de repente vio ahí en el cajón el papel de divorcio. Hasta que lo miró con atención, se dio cuenta de que Vanesa estaba sonriendo ese día, cuya sonrisa era bien sincera y natural.

De hecho, no recordó mucho Santiago los detalles cuando se divorciaron porque ese día estaba cansado con los trabajos.

Sentado en la cama, Santiago suspiró largo y profundo. Se sintió ahogado de repente como si se hubiera caído al mar, cuyas olas le empujaron una tras otras.

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