Jefe Atrevido: Amor Retardado romance Capítulo 26

Vanesa casi gritó, luego empujó a Santiago, tratando de cubrirse el cuerpo con el vestido roto.

—¿Qué estás haciendo? Santiago, ¡Para! Hay mucha gente fuera, ¿Estamos en un banquete?

Santiago soltó a Vanesa y respiró hondo. Parecía que se estaba conteniendo todo lo posible.

Vanesa retrocedió, pero sus ojos seguían fijos en Santiago.

—Santiago, ¿qué te pasa? Te ves raro.

Santiago jadeó un rato antes de hablar,

—Ve a cerrar la puerta.

Vanesa se sorprendió y frunció el ceño. Pero sin esperar a que ella hablara, Santiago se acercó a cerrar las cortinas.

—Santi...

—Date prisa —Santiago interrumpió las palabras de Vanesa con tono un poco irritable.

Santiago nunca había sido así antes.

Vanesa pensó un rato, se dio la vuelta y cerró la puerta con llave. Luego se quedó parada contra la puerta.

—Dime, ¿qué te pasa?

Santiago cerró los ojos, pero se podía notar que su respiración estaba muy desordenada.

Vanesa resopló.

—Adam me dijo que alguien te ha tendido una trampa, ¿de qué trampa habla? ¿Por qué...?

De repente, Santiago se acercó y no le dio la oportunidad de decir lo siguiente La presionó directamente contra la puerta, la besó de nuevo, pero ese beso era más feroz y violento que antes.

La temperatura de Santiago era un poco alta y su cabello ya estaba húmedo. Se veía claramente el sudor de su frente deslizando su barbilla..

En realidad, Vanesa estaba desconcertada, por eso quería apartarlo. Pero Santiago directamente agarró su muñeca como si hubiera sabido lo que iba a hacer Vanesa y la presionó a ambos lados de su cuerpo.

Los ojos de Vanesa se abrieron en grande. Pero si le preguntaran si temía, diría que no.

Estuvo casi un año con Santiago, para ella, hacer el amor con él no era nada del otro mundo.

Pero hoy la reacción de Santiago fue un poco inusual.

Santiago la besó con ansiedad e incluso le mordió su cuello, lo que hizo a Vanesa sisear de dolor.

Vanesa ya no luchó más, abrazó el cuello de Santiago pero pensando algo..

—Santiago, ¿te gusto? —dijo de repente

Santiago debería haberlo escuchado y debería haber entendido porque se detuvo por un instante cuando estaba quitando el vestido de Vanesa.

Pero no le respondió. continuó con las cosas que tenía que hacer.

Santiago tenía un poco de Misofobia, por eso puso su abrigo debajo del cuerpo de Vanesa.

Vanesa frunció el ceño ligeramente cuando se acostó pues sentía un poco de desprecio hacia sí misma.

«Ahora está haciendo lo que instintivamente quiere hacer bajo el efecto del afrodisiaco. No tiene nada que ver con lo que realmente siente en su interior. ¿No? Qué tonta mi pregunta»

En realidad, debería apartarlo, porque ahora no tenía nada que ver entre ellos y ella no estaba obligada a prestar esos servicios.

Pero,eso solo era lo que pensaba, su cuerpo era más honesto que su mente, ella puso sus manos a rodear los hombros de Santiago poco a poco.

«Amor es doloroso ¿no?».

Ella se menospreciaba por ser tan hipócrita. Pero cuando Santiago besó los labios ,cerró los ojos y disfrutaba de fusión entre ello.

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