Jefe Atrevido: Amor Retardado romance Capítulo 285

Santiago, en el principio se preocupaba mucho. Pero al vio que Vanesa se sentaba alegre allá, sintió aliviado a la vez.

── ¿Qué pasa?

Vanesa vio llegar a Santiago, se rio,

──Por fin llegas.

──Vanesita, mi Vanesita ──dijo Stefano mientra se lanzo a la habitación de Vanesa.

Vanesa frunció las cejas,

── ¿Por qué vienes tú?

Stefano vio la condición de Vanesa, sabiendo que no le pasó nada. Entonces, dijo,

──He oído que te pasó algo.

Vanesa indicó con la barbilla hacia la dirección de Santiago,

──Ven aquí Nico. Di las palabras que acabas de decir a Santiago.

Stefano frunció las cejas,

── ¿Cómo te llamas?

Vanesa le fijó con ira,

──Vete al otro lado y cállate.

Nico echó una mirada a Vanesa y luego confesó sinceramente su error a Santiago,

──Me equivoqué. Señor, no debía sido comprado por el dinero, ni sido tapados los ojos por el oro, ni abandonar mi bondad, ni hacer estas cosas por el dinero.

Vanesa se enfadó mucho al oír su locuaz interminable,

──Dile lo más importante.

Nico tembló por el miedo a Vanesa,

──Alguien me dijo que golpeara a Vanesa, aunque ella terminó golpeándome a mí.

Stefano, quien acababa de sentarse al lado de Erick, saltó de repente,

── ¿Qué quisiste hacer? ¿A quién quieres golpear?

Se veía más violento que Vanesa.

Nico encogió el cuello por el miedo y dijo con una voz más baja,

──Me arrepiento. De verdad. He perdido. Fui yo quien fue golpeado. Mira esta parte de mi cuerpo, y esta…

Demostró su cuerpo amoratado, obra de Vanesa. Santiago, estaba al lado, entendió lo que pasó. Obviamente, tenía relación con este asunto, si no, no fuera llamado venir Vanesa. Ya acertó fue quien detrás de todo, pues muy sencillo, tenía relación con él, además, odiaba a Vanesa. Entonces la expresión de Santiago se cambió de repente.

Sacó el móvil y buscó una foto de dentro, luego mostró frente a Nico,

──¿Fue esta persona ?

Nico miró la foto, y en seguida asintió con la cabeza,

──Exacto. Fue ella. Fue muy generosa y me dio mucho dinero. Así que me perdí a mi mismo. Te prometo que esto no pasará otra vez. Seré un buen hombre. Seré…

─Cállate ──Vanesa ya no podía soportarlo──. Ya puedes irte.

Stefano abrió sus ojos aún más abiertos,

── ¿Cómo se puede dejarlo ir así? Es un asunto tan grande. Lo mandaremos a la policía. Esto equivale a un roba a domicilio. Debe quedarse en la cárcel.

La cara de Nico se puso blanca, mirando a Vanesa, tembloroso,

──¿No dijiste que me dejaría ir si cooperara contigo?

Vanesa sintió que era un hombre ingenuo, además, ella lo peleó mucho en vez de ser dañada. Además, lo más importante, involucraría la madre de Santiago. A Vanesa no le importaba si Erika se metiera en este asunto o no, sino entre Santiago y ella ya habían pasado mucho. No quería volver a complicar la situación.

──Vete. Ya pasa nada. Tengo la última palabra en esta casa ──dijo Vanesa.

Consiguió la libertad, Nico se marchó rápidamente. Stefano aún quería detenerlo, pero al ver a Vanesa, dejó de hablar.

Vanesa bajó de la cama, mirando a Santiago,

──Señor Santiago, ya sabes por qué te llamé venir.

Santiago con una cara fría, parecía de mal humor. Fijó a ella por un buen rato y dijo,

── ¿Has sido dañada?

Vanesa abrió sus ojos más grandes e interpretó mal lo que dijo Santiago,

── ¿Cómo? ¿Esperas que me dañara?

Santiago cerró los ojos,

──No dije esto.

Erick, estaba a un lado, se mantuvo a pie,

──Si yo no descubriera que había alguien arriba, la consecuencia sería muy grave.

Vanesa asintió con la cabeza,

──Eso. Fue Erick quien descubrió que había alguien arriba y me advirtió ──dijo, con una cara seria──. Al contrario, hoy sería yo con la cara hinchada y amoratada . Tu madre me había buscado problemas varias veces. Pero es cierto que siempre fue ella quien sufrió una pérdida. ¿Cómo? Como no puede dañarme, ¿así que emplea a alguien para pelearme?

Santiago salió un suspiro,

──Voy a resolver este asunto. No te preocupes.

Vanesa lo miró, pensando que no quería una explicación o un resultado del asunto, sino solo quería que él conociera qué había hecho su madre contra ella.

Pero ya era este momento, ¿cómo podía Erika hizo algo tan despreciable?

Stefano se acercó y dijo,

──Santiago, ¿es verdad que tu madre lo hizo? Lo que pasó en el Internet realmente no tenía nada que ver con Vanesita. Los comentarios en el Internet, no se pueden culpar a ella, ¿no?

Vanesa no quería explicar mucho, solo dijo a Santiago,

──Esta vez no lo consiguió, y seguro que la próxima vez me lo volverá a hacer ──suspiró──. Santiago, no es posible que cada vez tenga esa suerte, tampoco posible que sea tan generosa e ignore lo que pasara para siempre. Si esto suceda otra vez, a mí no me importará lo que pasara en el Internet. Podré hacer todo para vengarme, ¿entiendes?

Santiago levantó la mano, parecía quería ordenar el cabello de Vanesa, pero al final retiró su mano,

──Nunca sucede otra vez. Créeme.

──Vale ──se sonrió Vanesa── Te creo esta vez.

Se marchó Santiago después de hablar eso. Fuera de la casa de Vanesa, llamó a su padre, quien todavía estaba en la empresa, planeando trabajar más, sin embargo, oyó que el estado de ánimo de su hijo no estaba bien. Creía que los asuntos en el Internet empeoraron aún más, entonces le preguntó en seguida,

── ¿Qué pasa? Dime, hijo.

Santiago dijo directamente,

──Padre, vuelve a casa ahora. Hablamos allá.

Dijo sin esperar que su padre diera una respuesta, colgó el teléfono.

Alexander sabía muy bien el carácter de su hijo, si no fue asunto muy importante, no se mostró así.

Entonces manejó a casa después de ordenar un poco sus asuntos en la mano.

Cuando Alexander volvió a casa, Santiago ya estaba sentado en el sofá de la sala. La abuela también, estaba a su lado.

Una vez entró Alexander, preguntó inmediatamente,

── ¿Qué pasó? ¿Pasó algo otra vez?

─Sí ──Dijo Santiago, sin mirar a su padre.

Alexander miró a su madre que también no sabía lo que pasó.

Cuando Santiago volvió a casa y se sentó en el sofá, ni decir una palabra. Diana ya le preguntó varias veces, pero logró ninguna respuesta.

La abuela frunció sus cejas,

──Santiago, ¿qué te pasa? Si de verdad te ocurrió algo, dinos y resolvemos juntos.

Santiago apoyó su espalda contra el sofá, suspiró un aliento lentamente,

──Algo sobre mi madre.

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