En el fonde del bosque, estaba realmente Gustavo, quien le respondió ligeramente y luego preguntó,
── ¿Por qué estás aquí?
Santiago no le respondió, sino que se acercó hacia él. En el bosque, no había ninguna cosa especial, ni siquiera un banco para sentarse. Gustavo se mantenía de pie, mirando hacia la dirección de su familia. Era un plano un poco superior, con una vista de paisaje bastante bonita, y se podía ver toda la villa de la familia Icaza. Las luces estaban iluminadas y se podían ver que ocupaba un lugar de bastante tamaño.
Santiago se le acercó y estaba al lado de Gustavo,
──No pensaba que estuvieras aquí.
Él último dijo, después de pensar poco, ──Voy a pasear después de la cena.
Santiago dijo un bueno ligeramente y apagó la luz del móvil, con las manos en los bolsillos. Después de unos segundos, mencionó lo que pasó la última vez en su oficina,
──El otro día estábamos en la oficia, entendí lo que dijiste por los labios.
Gustavo no se sintió embarazoso,
── Solo pregunté por mi curiosidad.
Santiago se rió,
──Pero no estoy seguro a qué te referiste. ¿Me arrepiento de divorciarme o de ocultar la noticia de mi divorcio? ──Pero, pausó un momento y siguió── Cualquiera pregunta, mi respuesta es la misa. Nunca me he arrepentido y no hay por qué.
Nunca se arrepentía de lo que había hecho porque arrepentirse no serviría para nada.
«En lugar de gastar tiempo y energía en lamentaciones, piensa en qué hacer a continuación».
Gustavo mostró una sonrisa, pero Santiago no vio nada por la oscuridad.
──Muy bien.Ojalá pudieras pensar siempre así.
Santiago miró hacia la villa de su familia, sin saber si solo para enfatizarlo a Gustavo, o para convencerse sí mismo, repitió
──No me arrepiento. Nunca me arrepentiré.
Luego, Gustavo cambió otro tema
──He oído hablado que fuiste a atender a Darío el mediodía.
Santiago asintió con la cabeza
──Hemos visto antes y lo conozco. Hoy mi padre estaba ocupado, entonces yo fui.
Gustavo dijo pareciendo suspirar
──He oído hablado de que este señor es un cabrón. Muchas personas, quien han tenido contacto con él, dijeron así.
Santiago sintió una broma
──No me importa. Solo hablamos del negocio. Entonces, en cuanto a su cualidad, me da igual Solo tenemos que prestar la atención en la eficiencia y el trabajo, ¿no?
Gustavo no le respondió.
Los dos quedaron otra vez callados. Un rato después, Gustavo miró su reloj y dijo
──Ya es muy tarde. Me voy primero.
Santiago respondió
──Bueno.
Gustavo le saludó con la cabeza, caminando lentamente hacia la oscuridad por el sendero. Santiago le siguió mirando hasta que desapareciera totalmente en la noche. Echó un vistazo a su alrededor, pensando que Vanesa estaba allí la última vez.
Su mano, quedado en el bolsillo, luego sacó el móvil y llamó a su asistente después de un buen rato. Adam contestó su llamada inmediatamente y como si supiera ya las peguntas de su jefe, dijo
──No te preocupes, jefe. Todo va muy bien
Santiago dijo un bueno──Y, ¿cómo está Claudia?
──Señorita Claudia Cabal ya se fue después de terminar la tarea. Estaba alegre al salir. Jefe, de verdad, ¡Es tan buena!
Santiago se rió, dijo en vez de responder su pregunta
──¿Vergüenza? Pero por qué no me has pensado que la noticia de divorcio revelada podría afectar mi reputación.
Erika entreabrió la boca y tardó mucho antes de decir
──No es igual.
Santiago frunció el ceño
──Si no hubiera mandado la noticia directamente a la Lidia, no habríamos estado en una situación tan pasiva. Si hubieras hablado con nosotros antes de hacerlo, abuela no estaría tan enojada. Mamá, de toda la familia, solo tú no estás a nuestro lado.
Erika frunció el ceño y quería refutar con la boca entreabierta, pero sin poder decir nada.
Santiago no sabía qué hablar para seguir este tema
──Tranquila. Padre no va a buscar a otra mujer dentro de unos años después de divorciarse de ti. Entonces, tendrás oportunidad. Si te reflexionas lo que hiciste antes y admitirás errores, podrás volver a su lado. Si no, nadie podrá ayudarte.
Erika se lanzó a pie, muy furiosa
──Tú eres mi hijo. ¿Por qué no me ayudas? ¿No quieres a tu madre ya?
Santiago miró a su madre, cansado
──Estoy muy cansado y no quiero discutir contigo ──Su expresión era muy tranquila──. Nunca piensas en las consecuencias de lo que haces, incluso nunca piensas en los sentimientos de otros. Lo que hiciste podrá destruir la reputación de la familia Icaza y el Grupo. ¿Entiendes?
Erika abrió la boca, naturalmente nunca lo había pensado. La verdad era que era una mujer de vista tan corta.
Santiago movió la comisura de sus labios
──¿Sabes por qué abuela está tan furiosa? Porque tú casi dejas toda la familia en una situación muy pasiva y toda la familia tendría que pagar por tu tontería.
Erika parpadeó los ojos, mirando a su hijo, inmóvil por mucho tiempo. Pero desde de su expresión, parecía que finalmente realizó lo grave y ridículo que había hecho. Santiago se le acercó, puso una mano encima de su hombro y dijo,
──Mamá, sobre el divorcio, tienes que hablar con papá cara a cara.
Estas palabras, como una bofetada fuerte, golpeó en su cara.
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