Jefe Atrevido: Amor Retardado romance Capítulo 66

No era irrazonable que entre los cinco mandamientos budistas el de no tomar alcohol era el primero de todos.

Esto realmente podía meter a la gente en problemas.

En realidad, Vanesa tenía memoria. Sabía lo que estaba haciendo, pero no podía controlarse.

Se quitó toda la ropa rápidamente y se puso debajo del grifo de la ducha.

El agua que salió estaba fría, a Vanesa le dio un escalofrío.

—Santi, estás mal de la cabeza, qué fría está el agua. —Lo dijo sin fuerza.

Cuando terminó la frase, se dio la vuelta y abrazó a Santiago que estaba cerca de ella. Quería hacerle más caliente de esa manera.

Santiago se mordió los dientes pues también había bebido mucho, pero no tanto como Vanesa.

A Vanesa le pareció que la temperatura de Santiago no era la misma que la que se esperaba.

—¿Por qué tú estás tan frío? —dijo con tono tierno.

Si los ojos de la mujer no estuvieran todavía cerrados, habría pensado que la mujer lo hacía a propósito.

Vanesa estaba acariciando el pecho de Santiago pero se dio cuenta de que no había ningún sitio caliente.

Ella movió su cuerpo.

—¿Santi, podrías poner el agua más caliente? —dijo con voz suave y un poco simpática

Santiago se quedó de pie durante un rato, mirando fijamente a la puerta del baño. Al final no sabía en qué había pensado, hizo un suspiro lentamente.

Puso sus manos encima de los hombros de Vanesa.

—Vanesa.

Pero Vanesa no le respondió.

Levantó la barbilla de Vanesa con una mano, pero Vanesa se sintió incómoda por el agua que caía.

Vanesa lo abrazó más fuerte.

—¿Por qué siempre me «dañas»?

Ella se sintió agraviada.

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