Jefe Atrevido: Amor Retardado romance Capítulo 81

Con un visible disgusto hacia Vanesa, la señora Erika intentó apartar sus ojos de los suyos. Además, se inclinó hacia Lidia con casi la mitad del cuerpo apoyado contra el suyo. Como que no la vio, Vanesa comió tranquila.

«¡Será mejor que coma a mi espalda!»

Lavadas las manos, Erika agarró los palillos. Sirvió primero a Santiago un trozo de carne, luego se lo sirvió a Lidia. Mientras sonriendo, preguntó a Santiago lo del viaje. Ella todavía no supo el suceso entre Santiago y el Grupo Antolin.

Distraído, Santiago no dijo nada. Fue la señora Diana quien le contestó,

—Recién vuelve a casa, déjalo comer tranquilo.

Escuchando sus palabras, Erika se quedó avergonzada.

Vanesa comió cabizbajo porque tenía mucha hambre. No se sentía incómoda cuando dormía en el avión, pero ahora que comió apenas unos bocados, ya tenía el estómago pesado.

De repente detuvo Santiago y miró a Vanesa,

—¿Has tomado la pastilla contra el dolor de estómago?

Vanesa lo miró con los ojos asombrados porque no escuchó bien lo que dijo, además se le pegaron unos granillos de arroz alrededor de sus labios que le pusieron en ridículo. Mirando su rostro pálido y los ojos inocentes, suspiró Santiago desalentado.

Vanesa fue la única que no comía nada durante el viaje. Santiago y Adam comieron un poco en el avión.

Santiago le quitó los granillos de arroz de sus labios, y se levantó. Apenas se movió, Erika gritó,

—¿Adónde vas?

En este momento, Lidia, que estaba sentada al lado, le echó un vistazo a Vanesa con tranquilidad. Callado, Santiago se dirigió directamente a la sala donde estaba la maleta de Vanesa. La abrió y buscó las pastillas que se tomaron antes de la comida.

Cuando volvió al comedor, Vanesa había recuperado su energía. Comió tranquila y en su rostro Santiago vio una furtiva mirada triunfante.

Santiago le pasó la pastilla a Vanesa.

—Tómala.

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