¡Jefe, pronto seremos tres! romance Capítulo 24

No era para menos, el caso de mis padres, era un duro golpe para poder asimilar, si bien no se estaban separando, las actitudes de mamá me decían otra cosa, nunca la había visto como alguien que se rindiera por nada, afrontaban los problemas como cualquier pareja, los solucionaban y seguían adelante, pero esta vez era distinto, lo sentía en las venas.

‒ Algo así.

Es algo que viene dando vueltas por mi cabeza desde hace un tiempo, como un presentimiento.

‒ Ok.

Con ese ok, quiere decir que está esperando a que le cuente todo. Dudé, pero igual tenía que desahogar esto que me estaba oprimiendo el corazón, porque me dolía si llegara a pasar. Un malestar se gestaba en mi estómago como si quisiera estrujarlo. Tomé una gran bocanada de aire, lo solté lentamente calmando la sensación extraña que se formó en la boca del estómago.

‒ Creo que mamá le pedirá en divorcio a papá.

No es que fuera una niña o una adolescente para no entenderlo, pero de solo pensarlo no me dejaba vivir en paz. Quiero que mis padres estén juntos. Era una necesidad de ver un ejemplo en ellos, eran mi fuerza, de superarlo todo. De niña pedía que me encontrara con un hombre que me tratara como mi padre trataba a mamá, siempre tan dulce, complaciente y demostrándole todo el amor del mundo, con hechos y palabras.

‒ Eso es imposible, tu madre no es capaz de pasar dos días completos sin tu padre, debe haber alguna explicación lógica para que pienses así.

De momento no tenía una respuesta para eso.

‒ En el supuesto caso de que existiera esa explicación, tengo que esperar a que llegue mamá, no ha querido decir nada cuando hablamos, solo me dice que le urge un cambio y no solo de ambiente.

A lo que entiendo yo como una separación definitiva, he presenciado muchos divorcios a lo largo del tiempo trabajado y muchos han sido bajo esa premisa, rutina vs cambio, por lo regular asisten a terapia de pareja, en el caso de mis padres, ellos han solucionado sus problemas, más papá vuelve a sus costumbres, acaban por derrumbar la paciencia de mamá.

‒ Yo siempre los he tenido como un matrimonio fuerte e indestructible, al igual que el de mis propios padres.

La comprendo porque de igual manera lo veo así, o lo veía así, ahora no estoy muy segura de nada, igual nos puedan sorprender que lo tienen todo bajo control.

‒ Me encuentro en la misma situación que tú, pero comprendo a mamá, si se quiere dar un tiempo, la apoyo, no puedo pedirle simplemente que se quede a su lado tal como hasta ahora, también tiene que ver por ella.

‒ No me gustaría estar en tus zapatos, no soy buena enfrentando este tipo de situaciones, dejemos que llegue tu mamá y veremos qué podemos hacer, tiene que haber una solución para que no tome la decisión del divorcio.

‒ Solo me consuela que esté haciendo los preparativos del viaje y no haber tomado la decisión de venir en el instante que se le ocurrió. Mamá tiene tendencias a hacer lo que se le ocurra en el momento.

‒ ¿Por eso se escapó con tu papá?

‒ Ni me lo recuerdes.

Esa es una parte de la historia de mis padres, que a veces me hace sentir vergüenza, tal vez en algún momento se las cuente o salga de ellos hacerlo. He pasado la mayor parte de mi vida viendo a mi padre como a una blanca paloma, la oveja negra de la familia siempre ha sido mamá.

Terminamos la conversación y apago el móvil, a continuación, me meto a la cama para un delicioso sueño reparador..

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