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Capítulo 1034
No queria que su hijo recibiera una forma de amor paterno distorsionada, o peor aún, que no existiera ninguna
Intentó tragar el amargor que subia por su garganta, cogió su teléfono y marcó un número sin dudarlo
El teléfono fue contestado rápidamente y la voz alegre de una anciana se escuchó del otro lado, “Petrona, ¿ya has aterrizado? Tenemos a alguien esperandote en el aeropuerto”
“Abuela!” Dijo interrumpiendo a Carmen Emán
La mujer parecia confundida, notando que algo estaba mal, “¿Qué pasa,
Respiro hondo antes de hablar de nuevo
“Abuela, lo siento No amo a Martin, el bebé fue un accidente. Asi que no habrá boda ”
Aunque se habia preparado para esa situación, aun asi titubed cuando mencionó que “no amaba a Martin
Selena parpadeo, sorprendida Era mejor no haber dicho nada
No demostraba eso que no podia dejar de tener sentimientos por Martin
La respiración de Carmen se volvió pesada, Acaso Martin te dijo algo?”
“No, abuela Es mi decisión No quiero casarme con alguien a quien no amo Por favor, entiendeme.”
La anciana suspiró, “Sé que amas a Martin, lo puedo ver pero de todas formas, la boda debe realizarse
La suave voz de Carmen se detuvo por un momento, y cuando volvió a hablar, su tono fue firme.
Inflexible, sin aceptar réplica
“Abuela.”
“Mija” Dijo aumentando la intensidad de su voz, “Esta boda no se puede cancelar solo porque tú lo dices. No podemos permitirnos esa verguenza entiendes?”
L
Sin decir mas, colgo el teléfono con un pesado suspiro y marcó el número de Martin.
El joven miro la pantalla del teléfono, sus labios se apretaron, pareciendo aún más frio.
“Abuela”
¿Donde estas ahora?”
“En Estados Unidos
La anciana respiro hondo repentinamente, “Martin, jeres un desgraciado!”
Del otro lado del telefono, había un silencio sepulcral
La anciana sabia de su carácter reservado, no era de hablar mucho, asi que continuo
“Martin, te lo aviso, seria mejor que rezaras por mi pronta muerte, porque no voy a tener piedad con esa tal Sira.”
Hubo un brillo helado en los ojos del joven, “Abuela, te estas pasando
Carmen resoplo suavemente, aunque en su corazón no pudo evitar sentir pena. “Martin, dejaste a Petrona sola en el aeropuertol
¡No está aqui para divertirse ni a visitar a la familia, está aqui para casarse contigo! Te das cuenta de cuanto la estas lastimando”
En ese momento, los ojos de Martin eran profundos como el mar, reflejando el paisaje nocturno fuera de la ventana, su rostro seguia
como siempre
Pero, sin darse cuenta, sus labios se habian apretado convirtiendose en una delgada linea
Miró su reflejo en la ventana, una mujer estaba de espaldas a el inmovil Asi que ¿qué quieres decir?” Dijo en voz baja.
Los ojos de Carmen se abrieron de par en par. “Decir que? Tu boda con Petrona
“Se llevará a cabo segun to planeado La voz de Martin no tenia calor, como si las palabras que decía no tuvierar
Carmen solto un suspiro de alivio, “Entonces tü
con él.
*Regresare mañana”
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