Capitulo 1081
Ella se asusto, apoyándose en la puerta del coche, observando todo lo que sucedia frente a sus ojos
Jonathan fue tirado al suelo, la rostro de Elio se veia siniestro y aterrador, lo que se reflejaba en sus ojos era pura maldad
Jonathan fue derribado por Elio con todas sus fuerzas, al recuperarse y ver su expresión, quedó petrificado
A pesar de ser una noche fria de otoño, la frente de Perla ya estaba cubierta de sudor, sentia como si su sangre estuviera hirviendo, especialmente el calor en su vientre, que la hacia temblar incontrolablemente
El calor del coche alivió un poco su fiebre pero la intensa dominancia que emanaba de Elio la asustó
Viendo que estaba a punto de atacar a Jonathan de nuevo, ella se levantó con todas sus fuerzas, y tambaleándose cayó en sus brazos
“Ya no lo golpees
Sus débiles brazos se aferraron a sus hombros casi todo su peso se apoyaba en él
Ella se lanzó hacia el de repente, lo que hizo que se tambaleara un poco, sus fuertes brazos instintivamente rodearon su delgada cintura “Ya no golpes me siento muy mal muy mal
El jadeo caliente de la mujer resonaba en sus oidos
El entrecerro los ojos, notando que algo no estaba bien con ella, trató de moveria para verta claramente, pero sus gemidos resonaron de nuevo “Me siento mal Elio, quiero ir a casa.
Esa voz sonaba como un coqueteo, pero también como un gemido de malestar, lo que dejó a los dos hombres en silencio durante unos segundos Sin embargo, quando Elio se recuperó, agarró la muñeca de Perla y prácticamente la arrastró hacia su departamento.
iba tambaleandose, siendo arrastrada por él
“Perla”
La voz de Jonathan resono detrás de ellos, ella se detuvo un momento, volviéndose hacia él.
Jonathan…
Maldita mujer!”
Elio vio que ese hombre detenia a Perla, apretó los dientes, se volvió y la levantó en sus brazos, caminando rápidamente hacia su departamento. Apenas entraron en el ascensor la dejó en el piso con cara de fastidio.
Casi se cayo, retrocedió hacia la pared del ascensor, pero su mano se aferró al cuello de la camisa de Elio.
El sonido de su respiración calida era especialmente claro en el espacio reducido, él, con su camisa siendo agarrada por ella, se vio obligado a agacharse, viendo mas claramente el color anormal de su rostro.
Sus ojos se volvieron peligrosos, mirandola fiamente, después de unos segundos creyó entender lo que estaba sucediendo.
“¡Maldicion Ese hombre te
No termino de hablar cuando ella ya se había lanzado a sus brazos, abrazandolo con fuerza, con su cuerpo caliente presionado contra su pecho.
Ella enterro su cara en su cuello, exhalando su aliento caliente, quemando su piel.
“Me siento tan mal. Elio siento que me voy a morir
La joven hablo en su cuello, su aliento se volvic más caliente, sus suaves labios rozaron su piel.
El cuerpo de Elio se puso rigido al instante
“Elio Elio ¿puedes ayudarme? ¿puedes salvarme?”
Sus labios se volvieron mas apasionados, esta vez besaron directamente su cuello, se demoraron en su nuez de Adán, lamieron, chuparon
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