Capítulo 1718
“¿Me están ocultando algo?”
Olivia detuvo su mano mientras revisaba los documentos, sostuvo su pluma y se recostó lentamente en su silla, observando todo lo que ocurría en la habitación.
Ava se tensó y su expresión se congeló al oír la pregunta.
La expresión de la Reina tampoco era muy buena, “¿Cómo es que regresaste?”
Elena, con pequeñas gotas de sudor en su frente, soltó el marco de la puerta y caminó lentamente hacia la habitación.
“No me siento muy bien, Selena me permitió descansar. Ella se fue a la hacienda a recoger frutas para la abuela.”
Julia observó a Elena, quien hablaba en fragmentos, y se mordió el labio.
“Abuela, mamá, ¿de qué estaban hablando?”
Elena no se quedó en el tema de su enfermedad, en su lugar, miró a las dos con una cara confundida.
Ava se limpió una lágrima del rabillo del ojo, tomó una respiración profunda, cerró los ojos como si hubiera tomado una gran decisión.
“Está bien, de todos modos, lo sabrías tarde o temprano. Deberías saber sobre tu padre y Teresa. Ahora, Teresa está embarazada, el bebé tiene sangre real, así que debemos traerla de vuelta.”
Elena se quedó atónitá.
“Papá…”
Ava se volvió hacia un lado, “Sí, vas a tener un hermano.”
El cuarto volvió a estar en silencio.
Después de un rato, Elena, con una cara triste, finalmente logró esbozar una sonrisa forzada y dijo en voz baja:
“Esto es una buena noticia, felicitaciones abuela, finalmente hay un heredero en la familia real.”
La forma en que habló, sonaba claramente forzada.
Pero si realmente actuara como si no le importara, parecería demasiado falso.
Ahora, era realmente doloroso.
La reacción “real” de madre e hija, hizo que Julia se sintierà un poco culpable.
Después de todo, fue su sobrino quien causó ese escándalo.
El ambiente en la habitación era un poco extraño.
Julia levantó la vista hacia Olivia, quien estaba sentada en silencio en su silla de oficina, observándolas con una sonrisa.
Julia sintió un nudo en el estómago, pero dijo: “Olivia, eres afortunada, acabas de regresar y ya vas a ser tía.”
Ava y Elena también la miraron lentamente.
El rostro tranquilo de Olivia tenía una sonrisa débil y cuando sus ojos se encontraron con los de ellas, su sonrisa se hizo más evidente.
Julia la vio encogerse de hombros, con una sonrisa en sus labios, dijo con calma.
“A mi edad, ser tía es lo más normal, ¿no?”
Ava pauso, quería decir que Elena y Lila también eran sus sobrinas, pero ¿cómo podría decirlo?
Además, estaba claro por las palabras de Olivia que no estaba dispuesta a reconocer à Elena y a Lila.
Ella podía oír el sarcasmo en sus palabras.
“¿Se sienten molestas por lo que ha pasado?”
Olivia colocó sus manos casualmente en los brazos de la silla, una sosteniendo una pluma y la otra la tapa, moviéndolas con naturalidad.
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