La Caída y el Rescate del Amor Novela romance Capítulo 2019

Capítulo 2019

Además de los problemas cardiacos, había algunas enfermedades crónicas de alta probabilidad en los adultos mayores que, con cuidado y atención, no deberian representar un problema serio.

Al principio, debido a la tensa relación entre Alicia y Mireia, su salud era algo inestable, pero en los últimos meses, desde que Alicia se olvidó de ese asunto y Mireia no hizo más movimientos, se tranquilizó, su estado de ánimo se estabilizó y su condición de salud también mejorò notablemente.

Sin embargo, era inevitable que todos llegaran a su final.

Él no temía por si mismo, pero le daba miedo que Alicia tuviera miedo.

Octavio salió del trabajo y llevó a Alicia al restaurante más nuevo en el centro de la ciudad.

Ambos comían con una lentitud y elegancia impresionante.

Octavio bebió un sorbo de agua helada y miró a la mujer frente a él, que comia con gracia y serenidad, y dijo con tono despreocupado:

“¿No te gusta?”

Alicia se encogió de hombros, “No siento ningún sabor nuevo.”

Probablemente por haber comido tanto en restaurantes de lujo, los sabores ya no le sorprendian; los platos finos no ofrecían nada distinto.

“Está lejos de lo que tú haces.”

Octavio sonrió sutilmente, “Nunca he cocinado estas cosas, Alicia, si me sigues halagando, no podré satisfacer tu paladar en este momento.”

*La

xima vez, hace mucho que no pruebo tu comida.” Alicia, al verse descubierta, decidió actuar con un poco de pena.

“Flora cocina bastante bien,” dijo Octavio, sin dejarse engañar por su falsa pena.

Ese encanto y coqueteo tan natural, sabía cómo agradar a los hombres.

Era inteligente, y en el medio año que habían compartido, no solo se comportaba como alguien mimado y consentido, sino que también estaba descubriendo una manera única de interactuar con él.

Parecía haber encontrado el truco, sabía perfectamente qué tipo de mujer les gustaba a los hombres.

Bella, dócil, con una figura encantadora.

Todo eso lo tenía de manera natural y ahora también sabía cómo cuidarse y mantenerse.

Usaba los productos de belleza que mejor le sentaban, comía los alimentos más nutritivos, y hasta lo había visto calcular calorías y carbohidratos.

Ante los demás, parecía distante, orgullosa y compuesta, pero frente a él, era tierna y dócil, e incluso en la intimidad cambiaba su actitud, mostrándose apasionada y desinhibida.

Era impecable en todos los aspectos.

Él asintió con un “Hum“, se recosto de lado en la silla, y con una leve sonrisa en su rostro apuesto dijo, “¿Qué te gustaría comer?”

La alegría en los ojos de Alicia era evidente, y no ocultaba su astucia triunfante.

10:40

“Me gusta todo lo que cocinas,”

Sus palabras eran dulces como la miel.

Octavio sonrió y observó cómo los postres frente a ella se deformaban con cada cucharada.

“¿Sigues comiendo?”

Alicia bajo la mirada hacia el plato y soltó la cuchara.

“Ya no.”

“¿A dónde te gustaria ir después?”

Alicia se lo pensó por un momento, “¿Qué tal si vamos al cine?”

Octavio aceptó y sacó su teléfono, “¿Hay alguna pelicula que quieras ver?”

Empezó a reservar entradas.

Después de un rato, Alicia lo observaba con una mirada era serena, como si estuviera pensando en algo.

El frunció ligeramente el ceño, casi imperceptiblemente, y guardó su teléfono, preguntando casualmente:

“¿En qué estás pensando?”

Esa expresión en su rostro se había vuelto demasiado común para él últimamente.

“Me pregunto por qué has sido tan bueno últimamente. A donde quiero ir, solo tengo que decirlo y tú me acompañas.”

Octavio se detuvo por un breve instante, “¿Recientemente? ¿Acaso antes no era asi?”

“No.”

Alicia fue directa y clara en su respuesta: “No.”

Antes él evitaba ciertos lugares, incluso en su apartamento parecia no querer que ella se quedara por mucho tiempo.

Ahora, después de más de medio año, nunca había mencionado que ella se fuera..

¿Sería que Lorena ya no se oponía a ello?

-Pero aún llevaba el anillo colgado al cuello.

“¿Para qué hora reservaste la pelicula? ¿Debemos apurarnos para no llegar tarde?”

Alicia no esperaba que Octavio respondiera a su pregunta, de hecho, si él no se lo hubiera preguntado, ella nunca lo hubiera mencionado.

Cualquier respuesta era irrelevante.

Preocuparse demasiado solo rompería la calma que ahora parecía serenidad.

Ella no quería eso.

Octavio siempre sintió que habia algo entre ellos en su aparentemente armoniosa relación.

Él sabia que ella sabia algo.