La Caída y el Rescate del Amor Novela romance Capítulo 408

Capítulo 408

“¿De verdad te crees tan importante? ¿Solo por no servirte el desayuno, ya quieres despedir a alguien?”

Selena contestó con calma, Él está aqui para servir! Si no puede hacerlo, es por incompetencia En tiempos antiguos, probablemente ya habría sido severamente castigado Pero ahora vivimos en una sociedad moderna de leyes, Solo quiero despedirlo!”

El sirviente estaba tan furioso que casi se desmayaba, estaba comparándolo con los sirvientes de la antiguedad que no tenian derechos humanos?!

Rosa también intervino en ese momento, “Hermana, él estaba ayudándome a servir la leche, y te descuido por accidente. ”

Selena la miró con desden, “¿Por qué debería soportar ser ignorada? No me gusta, no puedo aceptarlo.”

“¿Podrían dejar de discutir y sentarse a comer?”

Reyes estaba tan enojado que escupia fuego, y reprendió a Selena de inmediato. El sirviente estaba aún más erguido, con desafío y desprecio en sus palabras

Selena sonnó, mirando directamente a la cara satisfecha del sirviente, y sacó su teléfono para hacer una llamada.

“Hola, abuelo, puedes ayudarme a despedir a un sirviente? ¿Por qué? ¿No servirme el desayuno a propósito cuenta? ¿Yo? No tengo autondad, incluso el sirviente se atreve a enfadarse conmigo. No puedo soportarlo. ¡Gracias, abuelo!”

Al colgar el teléfono, las caras de todos en la mesa se oscurecieron.

El sirviente estaba aún más asustado. Esta familia paga un buen salario, y sin ninguna educación, sería difícil encontrar otro trabajo con este tipo de beneficios. Pero ahora incluso el viejo señor se está metiendo….

Selena dejo de comer el desayuno, cogió su bolso de al lado, y se dirigió hacia la puerta con expresión neutra. Al llegar a la puerta, una sirvienta llegaba con una cesta de verduras frescas, y accidentalmente chocó con Selena. Los tomates de la cesta cayeron al suelo y el jugo de tomate salpicó sus zapatos blancos

La sirvienta se asusto al darse cuenta de que en esta mansión, la ropa que lleva la gente podria costar varios años de su salario. Ahora habia ensuciado los zapatos de Selena, y no podía permitirse el lujo de pagarlos.

“Lo siento, lo limpiaré por ti…”

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