La Caída y el Rescate del Amor Novela romance Capítulo 759

Capítulo 759

“Pero tus manos

“No importa

Reyes levantó la cabeza para mirar a Selena, sus ojos estaban llenos de decepción y disgusto.

Ella indiferente, retiró su mirada. ¿Podia esperar algo más de si misma en la situación actual? Claro que no Solo estaba acostumbrada a existir como la mayor!

Selena tomó una profunda respiración y se dio la vuelta para irse. Solo queria que su hermana admitiera públicamente que le habia robado su receta secreta aquel año. Ahora, su objetivo ya se habia cumplido.

Esa bofetada no estaba en sus planes, era solo su enojo por la desfachatez de Rosa

Sin embargo, justo cuando estaba a punto de irse, alguien grito, “Nunca había visto a una plagiaria tan descarada! Incluso se atreve a golpear a la persona a la que plagio en una ceremonia de premiación internacional”

La

joven se detuvo, se giró y vio que la persona que hablaba era una mujer Tenia pelo negro y rizado, brillante y lustroso, que se movía con cada paso que daba, lo que le daba un aire maduro y sexy

Con total confianza, se acercó a Selena, la miró de arba abajo y sus voluptuosos labios rojos se curvaron en una gran sonrisa.

“Hola, Srta Morales, soy Sofia, reportera de Fluir”

Viendo la mano extendida de Sofia, Selena entrecerro los ojos. ¿Primero le habló de esa forma tan desvergonzada y ahora quiere ser cortès?

Ella desplazó su mirada hacia la cara de Sofia, sin hacer ningun movimiento. Pero los demás estaban emocionados

Fluir? ¿No es la revista de moda más top de Pais F?”

“Si tiene mucha influencia en todo el mundo

“Quién es esa mujer que puede invitar a un periodista de ‘Fluir?”

Al ver a la periodista aparecer, Rosa bajó la cabeza, una sonrisa de triunfo se dibujo en la comisura de sus labios.

La reportera no recibió ninguna respuesta de Selena, pero no se sintió incómoda y retiró su mano con dignidad

“Srta Morales, recibimos una denuncia anónima que dice que usted ha cometido un plago en la selección nacional…”

En los ojos de Selena, las luces brillantes parpadeaban, un destello pasó por sus ojos, su mirada era fria, y la sonrisa en la esquina de sus labios desapareció

instantaneamente

¡Así que era esol

Levanto la vista hacia su hermana, rio suavemente, se acomodò la ropa y dijo con indiferencia, “Supongo… que el denunciante anónimo dijo que plagie la obra de la Srta. Rosanna, ¿verdad?”

La cara de Rosa cambió de repente, levantó la cabeza, mirándola con incredulidad.

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