La Caída y el Rescate del Amor Novela romance Capítulo 840

Capítulo 840

Por un lado del pasillo se encontraban las decoraciones lujosas del hotel, por el otro, enormes ventanas de vidrio transparentes

El hombre que se acercaba tenia un paso firme y una figura esbelta

Venia caminando lentamente bajo la luz nocturna de la ciudad, vestido con un uniforme de color azul real, luciendo muy noble

Ambas miraban al hombre que se acercaba con ojos de sorpresa.

Selena se detuvo frente a ellas, al ver sus caras sorprendidas, no pudo evitar reirse

Ellas inmediatamente tomaron aire frio.

El atractivo de ese hombre era irresistible.

Selena se acercó lentamente a ellas.

“Hola.”

“¡Hermoso!”

“Hermoso!”

Selena estaba un poco sin palabras, qué respuesta tan extraña.

Pero, su reacción fue muy adorable.

“¿Vamos a tomar algo juntas?”

“¡Si, si!”

Ambas aceptaron con alegria.

Cuando se dispusieron a irse, Angie se dio cuenta de que Elio habia estado a su lado todo el tiempo.

“¿Tú tambien vienes?”

El se sintió un poco molesto.

*¡He estado aqui desde el principio!”

¡El tambien era un hombre atractivo!

¿Acaso su presencia era tan baja?

Los ojos de Angie se iluminaron, “¿Ustedes se conocen?”

El hombre sonrio con orgullo, “Por supuesto ”

Selena le echo un vistazo, luego miró a Angie. “Vamos a tomar ese trago o busco a alguien más?”

Se dio la vuelta inmediatamente y la siguió hacia el bar.

David todavia estaba rodeado por un grupo de mujeres, su paciencia se estaba agotando

“Oye, hay un chico muy atractivo por allá que sabe leer las cartas del tarot, ¿vamos a ver?”

“¿Chico atractivo?”

“Si, es muy gentil y tiene una sonrisa muy bonita.”

Vamos a ver”

Poco a poco, las mujeres que rodeaban a Elio se fueron moviendo hacia allá

Aún habia algunas que permanecian a su lado. Sin embargo, del otro lado del bar se escuchaban exclamaciones y risas, despertando la curiosidad.

Finalmente, ellas también no pudieron resistir y se acercaron hacia el lugar.

David miró el espacio vacío a su alrededor,”

Suspiro aliviado.

Miró la hora y funció el ceño, preparándose para irse

Pero, de reojo, vio a una figura familiar escondiéndose rápidamente entre la multitud.

Se detuvo y se volvió hacia esa figura escurridiza en la multitud

Un segundo, dos segundos, tres segundos…