Capítulo 972
Viendo la cara de Diego, Freya sabia que él tampoco había tenido suerte, así que no tenía más remedio que recurrir a Tauro.
Diego, sin importarle que Tauro no estuviera bien, aceptó y se apresuro a salir.
“En vez de pedirle a Tauro…”
La voz baja y fría de Elio llegó desde atrás.
Diego se dio la vuelta y lo vio apoyado en la puerta de la sala de urgencias. Al ver su indiferencia, no pudo contener su ira
El joven levantó la cabeza, y sin expresión dijo, “Seria mejor si se lo pidieras à la señorita Selena, después de todo, la mayoría de las mujeres son débiles. Si Tauro sufre por tu culpa y no temes las consecuencias, puedes intentarlo.”
¿Pero Selena es como la mayoría de las mujeres?
Elio arqueó una ceja, una sonrisa interesada cruzó su rostro.
En la villa de David
“David, necesito asearme“, dijo Selena, aparentemente recuperando la calma, cuando él iba a aplicarle medicina, ella se negó
El joven puso la medicina a un lado y se inclino para recogerla.
Ella permaneció silenciosa en sus brazos, dejándolo llevarla arriba.
Primero la puso en la cama, luego llevó una silla al baño, y luego la ayudo a sentarse en ella.
“Solo necesitas limpiarte un poco. Tienes una herida en el pie, no puede mojarse.”
Se arremango para bañarla él mismo.
“Lo
o hare yo“, insistió en rechazar su ayuda.
El vio que sus labios ya ella se habia mordido las labios, dejando una profunda marca de dientes.
Probablemente durante el interin que la llevó arriba.
“Cuidado con la herida.” Le pasó una toalla húmeda y tibia, luego se fue a un lado.
Ella bajó la cabeza y asintió suavemente, “Por favor, consigueme un cambio de ropa, necesitaré ponerme algo más tarde.”
“¿Pijama?” Preguntó un poco confundido.
“No, ropa para salir”
Diego entro en el salón de la villa de David, las luces brillantes eran deslumbrantes.
En el sofá de la sala, Selena estaba sentada sosteniendo una taza de agua, vestida adecuadamente, con el pelo cuidadosamente peinado
Parecia haber tenido una pesadilla sin rastro alguno
No estaba tan débil como él habia esperado, ni habia sufrido un shock y caído en un coma.
Estaba sentada en silencio con una taza de agua en la mano. No parecia estar descansando, sino más bien… esperando.
Cuando el apareció delante de ella, su expresión no cambió en absoluto.
Evidentemente, estaba esperandolo.
David estaba sentado a su lado, acompañandola todo el tiempo
Al verlo entrar, David sonrió friamente
“Veamos, parece que el comportamiento de Gordon de irrumpir en mi patio, fue un homenaje hacia ti.”
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