La discordia romance Capítulo 6

Al escuchar la voz de Camilo, Elsa rechazó:

—No, gracias. Estoy almorzando afuera con el Señor Barranca.

Después de colgar, Aldo, que estaba sentado frente a ella, sonrió. No le gustaba escuchar chismes, por lo que solo se enteró por la propia Elsa de por qué vino a la compañía.

—Elsy, he visto a los cinco jóvenes de la Familia Uribe. Si tuviera que elegir, creo que Camilo es el más excelente de los cinco. Ha recibido muchos proyectos grandes en los años desde que se convirtió en presidente. Además, es tranquilo y tiene una excelente personalidad. Creo que puedes considerarlo.

Elsa estaba bebiendo agua y de inmediato se negó.

—No, no, no. Señor Barranca. No creo que haya nada que considerar sobre alguien como él.

Para ella, Camilo tenía una personalidad fría y lo que dijo esta mañana fue solo para enojarlo. Aldo se rio de buena gana antes de hablar sobre los otros miembros de la Familia Uribe. Después del almuerzo, regresaron a la compañía y ella continuó quedándose en la cabina de seguridad durante toda la tarde. Cuando Camilo terminó su reunión de la tarde, preguntó y le dijeron que Elsa todavía estaba en la cabina de seguridad. «¿Y esta mujer dice que le gusto más? Ahora que está en la empresa conmigo, ¿pasa todo el día con el guardia de seguridad? ¿Qué truco está jugando?».

Sentado en su escritorio, permaneció en silencio durante dos segundos antes de ordenar:

—Verifica los antecedentes de Aldo Barranca y descubre su relación con Elsa.

—Sí, Señor Uribe.

El mayordomo acababa de darse la vuelta cuando agregó:

—Trae a Elsa.

Un rato después, Elsa llegó y comenzó a observar la oficina de Camilo antes de preguntar de forma perezosa:

—¿Qué pasa?

—A papá no le gustará si te quedas en la cabina de seguridad todo el día.

Capítulo 6 Regañar a alguien con elegancia 1

Capítulo 6 Regañar a alguien con elegancia 2

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: La discordia