La esclava odiosa del Alfa romance Capítulo 1

************************Exento de la historia. ************************

"Desnúdate", él ordenó con voz fría.

Danika se ha preparado mentalmente para esta noche, pero al enfrentarlo, el miedo se apoderó de ella.

"Por favor...". Ella cerró la boca de golpe, sabiendo que acababa de cometer un error.

Como una pantera, él se le acercó y tiró de su cabello con tanta fuerza que sintió que su cabeza se partió y escuchó un crac. Ella se mordió los labios para no llorar de dolor.

No había remordimiento en los ojos de él. Solo que estaba tan rudo que la dejó asustada. "Te desnudas sola o llamo a los guardias para ayudarte".

Ella se llevó las manos al cuello de la bata y empezó a desatar las cuerdas que sujetaban la ropa.

Desnuda por completo, ella dejó que la bata cayera al suelo.

Le temblaban las manos, pero las cerró formando puños. Esta noche, ella perderá su virginidad de la manera más cruel, en manos del hombre más frío que haya conocido.

Pero lo soportará con dignidad. Ella levantó la barbilla y esperó su próxima orden.

"Sube a la cama". No había expresión en los ojos de él. Solo odio.

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Prólogo

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Érase una vez, habían dos reinos que estaban en paz. El reino de Salem y el de Mombana.

Hasta el día en que falleció el rey de Mombana y un nuevo monarca asumió el mando, el Príncipe Cono.

Mientras gritaban su victoria, los ojos de Lucien fueron inmovilizados al encontrar a la orgullosa princesa de Mombana. Princesa Danika. La hija del Príncipe Cono.

Mientras Lucien la miraba con los ojos más fríos que alguien pueda poseer, él sintió la victoria por primera vez.

Caminó hacia la princesa con el collar de esclavo que él había usado durante diez años traqueteando en su mano mientras caminaba. Se acercó a ella y con un movimiento rápido, le sujetó el cuello.

Luego, él inclinó la barbilla de ella hacia arriba, mirando a los ojos más azules y el rostro más hermoso jamás creado, le mostró una sonrisa fría.

"Eres mi adquisición. Mi esclava. Mi esclava sexual. Mi propiedad. Te pagaré con creces, todo lo que tú y tu padre alguna vez me hicieron a mí y a mi gente", dijo él de manera cortante.

Odio puro, frialdad y victoria fue la única emoción en su rostro.

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